El Diletante Guacho Fané

En el seno del sufrimiento hallé el sendero secreto del deleite...

jueves, abril 27, 2006

despertar

jamás lo vistió si no en el otro
el otreado de inmensa oscuridad
el que descansa sin tregua
en los acicateantes pliegues de lo innato

el desnarigado lo busca
da un respingo y franquea el tabique
Adivina, esquiva la fosa y deja
deslizarse por el tobogán

-siempre un ojo abierto en la penumbra-

el sueño ya se esfuma y no trae nada nuevo
la boca seca lo confirma

tierra remota

encara al amanecer:
una embraza el lumilagro
la otra sostiene a su fiera, además
porta un extraño casco para guarecerse
de los ataques de una estrella agresora

con ayuda de su fiera patrulla
y delimita su reino. bien,
todo se encuentra calmo. puede salir
a negociar

martes, abril 18, 2006

VÉRTIGOS O CONTEMPLACIÓN DE ALGO QUE TERMINA

click!
Esta mujer me mira,
me sonrie en el bondi
y se baja sin decir más.
He de morir de cosas así.

sábado, abril 15, 2006

consideración

vine a mi vida
abriendo esta herida

nunca la voy a cerrar
es lo único que soy

viernes, abril 07, 2006

yo también quiero ponerme un nombre

Queroqué la rana - Kusano Shimpei
Trad. Alberto Girri

Autobiografía

Nací en los suburbios de Boloña,
en un estanque de lotos,
cabeza abajo y pataleando al cielo;
el cielo del somorgujo
era para mí una fuente de asombro.
Mi nombre es Queroqué,
título que yo misma me conferí, naturalmente.
Un día fui atrapada en una red
y llevada sin demora a una universidad,
exactamente, al laboratorio Galvani.
Algunos estudiantes (como suele suceder)
susurrando una barcarola, lo pasaron por alto...
Aquella tarde, en el año 1780,
me abrieron con un escalpelo el abdomen
y el mundo concibió la idea de la corriente eléctrica.
Estaba muerta.
Estaba fuera de este mundo,
el cielo italiano era muy, muy hermoso.

jueves, abril 06, 2006

los forritos te saludan por tu cumple!

hace siglos que estoy con una tristeza infernal. hasta hace unas semanas uno estaba de racha y podía descargar esa angustia en una boca que le resultaba de su talle. uno tiraba lo más bien. ahora esa ausencia desde el contraste profundiza lo que se sigue dando, desde hace siglos.
uno deja que se cometan esos crimenes en su mente. uno es, las veces que se hace realmente cargo, el criminal, el que siembra esos tumores en el estado de ánimo.
ese nuevo vacío indefectiblemente rememora otros antiguos. dice “yo ya estuve acá; todo esto es una respiración... siempre lo mismo.”
otra cosa que da bronca es el asunto de los días grises. abril acá está lleno de días grises. ¿quien dijo que los días grises son días tristes? ¿entonces los días de sol son días felices?
los 2 sirven en misma medida a la vida y a la muerte. ni el universo está triste de manera particular en los días grises ni uno, partícula, debiera estarlo: otro crimen consumado...
y encima de los días grises, abril arranca con mi cumpleaños. mi cumpleaños siempre me contrae. porque el cumpleaños lo pone a uno en protagonista de algo que, al fin y al cabo, es una terrible pelotudez. y si uno insiste ante los demás con esto, es un odioso. entonces te quedas piola, a lo mejor pasa desapercibido y nadie grita cuando uno necesita silencio.
a uno no le gusta ser el apuntado por las luces y que los demás ¿deban? ¿quieran? (esto es imposible de discernir) festejarlo.
lo que termina pasando es que termina enrollándose en esa vorágine en la que lo meten los que a uno lo quieren y pueden pasar cosas insólitas. puede que uno termine de putas cuando esto nunca lo excitó. puede que uno termine discutiendo con la puta porque ésta no le da cariño...


pero lo que me detiene ahora es el por qué a uno lo pone mal las vísperas de su cumpleaños y el cumpleaños mismo. se me ocurre una idea.
uno ya ha cumplido años en otra oportunidad, ha asistido a numerosos cumpleaños de otras personas, ha visto, le han contado, etc. diversas maneras de llevar a cabo ese homenaje tan de la costumbre, tan poco individualizado. y bueno, esto me lleva de nuevo a lo que escribí en los primeros renglones... eso del talle.a uno la cecanía de la fecha lo abruma desde que presagia esa tormenta de demostraciones de afecto standarizadas. y desde siempre, lo que uno está buscando es ese afecto que es el único que a uno le cabe, ese que es a medida.

miércoles, abril 05, 2006

forritos

este mundo, esta empresa, este mundo de hoy
que te esnifa la cabeza, una y otra vez

Hoy estuve disparándoles “forros” mentales a todo el que pasaba por mi lado. Haciendo un poco de justicia con esta manga de forros que trabaja en la misma empresa que yo, digamos. Al mediodía salí a comer, rojo de ira, sacando chispas. Caminando por la calle: un forro con corbata roja, una forra putita con pollerita corta y aire de diosa, un forro motoquero con cara de malo...
No quería ir a comer a donde suelo ir, porque son todos unos forros. Entonces me puse a dar vueltas buscando un lugar donde pudiera comer unas pastas... unos ravioles... pero de pollo, o de ultimísima de verdura... porque siempre los forros hijos de puta te sirven de ricota, que son horribles, re insípidos...
Después de media hora de patear entré a un lugar chiquito, uno donde no había aglomeración de forros cacareando. Miro la carta y los pelotudos no vendían pastas. ¿Dónde se ha visto? Le pregunto al mozo, y me lo ratifica. Vos sos un forro, me voy...
Bajo por Corrientes, doblo en Alem: un lugar que se llama “La Mercante”(?). bueno, algo así... miro el menú en la ventana: ravioles de pollo y verdura a la bolognesa=$8. Gol
Me siento en un rincón oscuro... una bien! yo soy rinconero viejo
Apelo a la mirada del mozo, me trae la carta.... no no... quiero esos ravioles a la bolognesa... para tomar una coca (entendiste, forro?)
Solo llegué a leer un poemita.... Pum!, vertiginosamente me arma la mesa: servilleta, cubiertos arriba, vaso... al toque mis raviolcitos calientes con la coca (buena lectura, forro. rápido y sin hablar). Pone 2 tickecitos en un pinche y se las toma...
8 pesos el plato de ravioles y 5! la botellita de gaseosa... forros de mierda, lauchas!
Como y voy masticando a todos los forros y forras que participan en mi vida, los ataco con los incisivos, con las muelas, los envuelvo con mi saliva y los degluto... ya los voy a cagar, manga de forros!

Ya estoy casi terminando de comer y la panza llena me abreva el ánimo; pero algo me va a volver a arrancar... los 2 tipos que están al lado ya terminaron, pagan y se van. mi mozo se pone a levantar la mesa, uno que tengo en diagonal se estira y lanza la típica frase inconclusa “a ver... me permitis...(deliberado balbuceo ininteligible)”. Me exaspera ya solo con su físico, es el clásico gordito forro que usa la camisa mangas cortas metida dentro del pantalón luciendo un cinturón de boludo. ¿qué va a hacer? ¿va a agarrar un pan, alguna sobra, el pelotudo este? No, agarra el pinchecito (como el que está en mi mesa gritando “13 pesos!”) y se pone a inspeccionar los tickets.
Se me ocurrió lo más inverosímil. A este tipo le gustó uno de los platos que estaban comiendo en esa mesa y quiere saber el precio... para pedirlo en otra oportunidad (?)
No, el forro elige uno y se lo guarda en la billetera. Tiene que cobrarle su almuerzo a alguien y eligió un ticket mas caro que el suyo, para sacar un changuí! forro, miserable, laucha, gordo pelotudo!, ... después: capaz que se los tiene que cobrar a uno más miserable todavía, que le exige los tickets, que le paga monedas, una rata que no le dice “tomá 20 pesos y almorzá”... pero la actitud del tipo me dio mucho asco igual
y siendo el mozo, qué pensás? si viene uno y te dice “me puedo llevar este ticket?”, osea, si está en vos decidir. a quien estará cagando? puedo ser complice del crimen o de la ajusticiada, pero no tengo ni idea... osea que cualquiera de las 2 decisiones de tu parte es una acción de valor nulo... pero no decir nada es más fácil
todos son una manga de forros, a todos habría que decírselos, yo se lo digo ahora a cada uno que me lee... y no digan “tiene un mal día”
o a lo sumo el mal día es como el alcohol, te deshinibe. en conclusión: forros

me levanto y me voy, llego al 240 de la avenida donde está mi muleo, entro y en el ascensor me toca viajar con un colorado. encima de forro, salado!, va al primero. yo sigo, chau forro