El Diletante Guacho Fané

En el seno del sufrimiento hallé el sendero secreto del deleite...

domingo, julio 30, 2006

domingo, ombligo

30/07/06

un poema que nos ilustre:


CUANDO LA IDEA DEL YO SE ALEJA - Alberto Girri

De lo que va adelante
y de lo que sigue atrás,
de lo que dura y de lo que cae,
me deshago,
abandonado quedo
del fuerte soplo,
del suave viento,
y quieto, las espaldas
vueltas las manos hacia arriba,
apoyo en el suelo,
corazón
abjurando de armas, faltas,
de oraciones donde borrar las faltas,
blando organismo, entidad
que ignora cómo decir: “Yo soy”
y en la enfermedad y la muerte,
vejez y nacimiento,
ya no encontrarán lugar,
como no lo encontraría el tigre
para meter su garra,
el rinoceronte el cuerno,
la espada su filo.

Antes hacía, ahora comprendo.

miércoles, julio 26, 2006

miércoles, que vengan

desmejorando por la tarde parecía que por fin se decidían . enardecidos montados a un soplo del Hades los jinetes venían atropellados, espumantes vociferando imprecaciones . pero en vez de plantarse y guadañarnos a cada uno mano a mano, los muy putos empezaron a tirar piedras . piedritas blancas .

adosado al amaine me decanté hacia la vereda . giré la manzana y me compré un cuartito en Freddo . Banana Split y Chocolate Suizo: campeón del mundo

martes, arte

21/07/06

creo que Dolores Fonzi nos gusta a todos:



martes, julio 25, 2006

lunes, arribaaa!

24/07/06

cosas que me hacen feliz:
cruzando por Madero me choco con Charly, un mensajero hincha del rojo
- Gustiii.... aguante la lepra!
le sonrio - cómo andás Charly?
- bien, quiero que empiece el campeonato ya
- ya!, no? - repregunto

- eeeehhh...!

viernes, breve

21/07/06

creo lo siguiente:
existe un poder de atracción ontológico, arcano y ancestral que me acerca a las petisas

a la madrugada, cosas que me entristecen:

un amigo apela a un dolor terrible en una discusión nimia con un desconocido

jueves, julio 20, 2006

el polvito del amor

un mágico polvito/en tu cuerpo echaré
Amar Azul


cuando te ataque la pena a expensas del vapor del tiempo
cuando las cenizas rediman los fulgores de la culminación
a pesar de lo fúnebre inherente al que alguna vez pudo mirar y nombrar
y de lo mas amoroso que pudiera esperarte detrás de unos ojos blindados
cuando fijes tu instinto a la única pregunta que siempre evitaste
la que nunca pudiste saber cual
.... y digas hay algo que nunca nunca me desujeta


yo te voy a pegar una linda garchada para que te pongas contenta

martes, julio 18, 2006

Juanele venciendo los castigos tantálicos

FUI AL RÍO

Fui al río, y lo sentía
cerca de mí, enfrente de mí.
Las ramas tenían voces
que no llegaban hasta mí.
La corriente decía
cosas que no entendía.
Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo,
sentir qué decía el cielo vago y pálido en él
con sus primeras sílabas alargadas,
pero no podía.

Regresaba
-¿Era yo el que regresaba?-
en la angustia vaga
de sentirme solo entre las cosas últimas y secretas.
De pronto sentí el río en mí,
corría en mí
con sus orillas trémulas de señas,
con sus hondos reflejos apenas estrellados.
Corría el río en mí con sus ramajes.
Era yo un río en el anochecer,
y suspiraban en mí los árboles,
y el sendero y las hierbas se apagaban en mí.
Me atravesaba un río, me atravesaba un río!

El poeta es un chorro

el otro día mi amigo el chori querido
me dijo:

¡amar azul es la mejor música que me gusta en mi vida!

cuando estábamos bailando me dijo eso
él se movía con una sonrisa grande haciendo
un terrible papelón bailaba y
ante las quejas de nosotros que nos burlábamos
se nos enojó y nos dijo

¡dejame bailar así amí!

miércoles, julio 12, 2006

miércoles, de superacción!

12/07/06

Hoy me vi en una película de acción. En medio de un lugar común.

Ayer a la noche estábamos viendo con mi hermano ese programa que pasan por canal once, “La Liga”. Mirábamos un informe sobre la violencia en nuestra sociedad cuando el presentador (Malnatti) daba un recuento de las situaciones violentas y en el momento que nombró las “pequeñas violencias cotidianas” sucedió que mi hermano habló de una manera extraña. Y a mi me impactó. Esas son las peores..., dijo con la vista perdida, como pasando lista en su memoria, para luego a repetir con tono mitad firme mitad desolado: ... esas son las peores....

Ahora voy a contar lo que me pasa esta mañana desde que me despierto, si se quiere, de manera “objetiva”:
Me desperté a eso de las 8 para ir a laburar. Como es común, tenía mucho sueño, pero además me dolía demasiado la garganta. La sentía como rasguñada, no podía tragar. Me senté en la cama, pensé estas amígdalas ya me tienen las bolas llenas. Finalmente decidí quedarme acostado y despertarme más tarde para ir a ver a mi otorrino.
Me volví a despertar a las 11, llamé al médico. Atendía recién a partir de las 16.30. Marché para el laburo... lo veo cuando salga...
Me puse los auriculares caminé hasta la parada me subí al bondi llegué a Chacarita bajé caminé hasta la boca bajé las escaleras pasé el molinete me subí al subte hay uno sentado dormido todo despatarrado ocupando el lugar que en hora pico ocuparían 2 personas me siento a su lado está sucio de obra tiene barba crecida tiene una gorra con visera sucia saco el librito me pongo a leer.
Veo de refilón que al otro lado de la humanidad del durmiente también se ha sentado gente, pero no a su lado como yo, si no un poco más alejados. Parecían imantados por los barrotes del límite del largo sillón. O tal vez el magnetismo era otro: repelidos de este lado. Ha quedado libre entre el tipo dormido y la otra persona, un breve espacio que no alcanza para alguien de contextura normal (quizás si una minita. una flaquita). Una estación: no se sienta nadie. La segunda: levanto por un instante la mirada del libro: un viejo vestido de traje que empuña un diario sacude al que duerme a mi lado. No escucho lo que le dice. El desde ahora ex-dormido resopla y se acomoda perezosamente. El de traje se mete apretándose entre el ex-dormido y el último imantado. Intenta leer, al segundo se ofusca y llego a oir que dice escuchame, no te podés correr?... se ve que el tipo le dijo que no, porque el otro empezó a calentarse ah, no podés...?... sos un maleducado. Tenía cara de malo. de señor indignado.
Y el ex-dormido permanecía quieto todavía, hasta que de repente se enfureció y empezó a empujar al del traje, le arracó con fuerza el diario de las manos, lo hizo un bollo y lo tiró para un costado: vos sos el maleducado, qué te pensas que yo me rasco las pelotas a la noche?" “eh!... LA CONCHA DE TU HERMANA!!!”... “TOMATELAS PORQUE TE VOY A ARRANCAR LA CABEZA”.
El de traje se paró y empezó a tambalear. El guapo que había construido comenzaba a flaquear. La mina que yo tenía a mi otro costado: “quien es este loco?”. Ahora se paraba también el ex-dormido y recién entonces pude ver que tenía una cicatriz que le surcaba toda la mejilla, desde la oreja casi hasta la boca. Costado derecho. “Tomatelas porque te voy a arrancar la cabeza!!”. Hubo un murmullo. Lo empujó, lo echó. Vuelve a arrancar el subte, el tipo se deja caer a mi lado todavía efervesciendo. “A TODOS LES VOY A ARRANCAR LA CABEZA!!”... “PORTEÑOS LADRONES!!”.... “SON TODOS PUTOS... Y PUTAS!!!”........ “VOS CALLATE, GATO!”...
Ahora se retorcía en su lugar y resollaba. Golpeaba su cabeza contra el vidrio y buscaba una mirada que le diera lugar donde descargar su ira. Nadie se sentaba en el lugar vacante. De a ratos me miraba y yo me sostenía del libro. Él movía la cabeza. Volvía a estar sentado a sus anchas.
Pasaron las estaciones. Llegando a una de ellas se paró, tiró sus cosas sobre el asiento, se calzó enérgicamente la mochila, tomó su abrigo, y atravesó el camino de gente que se abría automáticamente ante su paso decidido.
Con el paso de las estaciones gran parte de los viajeros se fue renovando. Pero los que habían sido testigos no comentaban nada.

Yo leí un poquito.

lunes, julio 10, 2006

viernes, vértigo

07/06/07

Cuando salía del laburo tenía que ir derecho a realizar un trámite para mudarme de AFJP. Acordé la cita para las 18.20. Llego, puntual, 18.35.
Este tipo de vendedores son una raza aparte. Otro día voy a hablar de la verborragia feroz de estos seres.
.
..
...
Cuando me piden los datos, los voy proporcionando con toda la calma que uno puede tener a los 22 años, una vez que ya los ha confiado un buen número de veces. Resultó que Fernanda (mi agente) vivía a tres cuadras de mi casa...
Cuando nos despedimos me apresuré (un poco por evitar cualquier propuesta) en anunciar que iba a visitar esa librería que está ahí en frente. No tenían nada interesante para mi y en realidad tampoco estaba buscando nada en particular, pero de repente cuando estaba dejando el local, el clima atípicamente caluroso de esta parte del invierno, con su humedad y todo, me invitaba al paseo. ¡Y entonces me puse a pasear! Caminé largo y tendido por Avenida De Mayo, visité alguna otra librería y me terminé comprando 2 libritos y 2 más de pintura.


Ahora mientras escribo esto estoy escuchando “Os velhos amantes” por Mísia y estoy tratando de entender una cosa. ¿Por qué estando tan apaciguado (o con una alegría frugal como me gusta decir) me pasa que puedo disfrutar de una canción de amor tan declamatoria como esta?
Y bueno, arte por arte vamos desarmando; arte por arte trovando lo esencial. ¿Tenemos miedo a la muerte? ¿Nos escupe ella lo absurdo de todo? Solo el arte es eterno, y ese es el único objetivo que uno puede tener en la vida: ser arte.

Al mediodía me fui a hacer un pequeño trámite al Banco Nación, cuando volvía me acariciaba un viento fresco y moderado que me hacía flamear la corbata. Voy a definir este día de manera que quede claro de ahora y para siempre cual es la utopía. Deslumbrante y con la temperatura ideal, de claridad esplendorosa y con un medida exacta de vapor en el aire, tengo que decir que este era el ideal “dia de club”. El día de club es lo mejor que existe. Creo que así debería ser la vida todo el tiempo, y ése debiera ser el contexto en el que se tendrían que desarrollar nuestras relaciones con los demás.
También mientras volvía vi a un operario que conozco (un tipo que viene a hacer el mantenimiento de las UPSs de mi laburo), agachado contra la pared de la vereda, guardando cosas en su valija. El pensamiento transitó por lo siguiente:
Este muchacho es casi invisible ahora: ahora mismo en la calle ocupado con
su valija y ahora mismo en estos tiempos realizando su laburo.
Los viejos artesanos también lo serían en su época. Un orfebre, un herrero, etc.
Esos otros muchachos harían su laburo indispensable desde la invisibilidad.
Una vez que se extinguen los evocan los nostálgicos que los trataron. Una vez
que se extingan todos estos oficios de mi época (debido a mi laburo trato con
un cantidad de operarios de mantenimiento de este estilo: máquinas de café,
cerrajero, UPS, electricidad, red de incendio, etc.), ¿uno se va a lamentar o va
a entenderlo como un proceso evolutivo?
Bien, pareciera que en los ejemplos que doy acaso no haya ninguno que pudiera
ser devastado por la evolución. Parecen indispensables. Pero, en todo caso, es
indescifrable lo que pudiera suceder. Estoy convencido de que el avance
tecnológico (nos) va a volver prescindible a más de uno.
Y ahora nosotros, ¿deberíamos sollozar por la ausencia del afilador?... ¿de los
dinosaurios?.
Esto también pareciera ser adaptativo en el sentido darwiniano.
Dice Buk: “Lo que más importa es lo bien que caminas sobre el fuego”

domingo, julio 09, 2006

para cantar y bailar durante el finde:

guateque campesino, por la Buena Vista Social Club

Hay guateque en el bohío
del compadre Don Ramón.
Hay guateque en el bohío
del compadre Don Ramón.

Ya está en la púa el lechón,
ya está llegando el gentío.
Hoy viene abajo el bohío,
es santo de Don Ramón.

Y llegando bailadores, comay,
por los caminos atascados...


El bongó, el triple y el güiro
no han cesado de tocar
porque asi son los guajiros
no tienen cuando acabar,
Es costumbre campesina
desde el tiempo colonial.

Y llegando bailadores, comay,
por los caminos atascados...


Ya la comadre Caruca
de tres piedras hizo el fogón.
Ya está sanchochá la yuca,
ya está el mojo pa´l lechón
y ya Juan Ramón fue en busca
de plátano verde y pintón.

Y llegando bailadores, comay,
por los caminos atascados...


Hoy luce su guayabera,
su polaina y su machete.
Los guajiros y la sitiera
que engalanan el guateque.
Hoy se rompen los taburetes
y se cae la talanquera.

Y llegando bailadores, comay,
por los caminos atascados...


//

recitado:

Hace falta que venga mucha gente
porque el fogon está atestao.

Comadre Caruca, guarde bien el rabito
para el que llegue atrasado.

Oye, que cierren pronto la talanquera
porque el puerco esta botao.

Y llegando bailadores comay
por los caminos atascaos

Yo tengo cuatro palomas
en una fuente redonda.

Todas se dan sus buchitos, mamá
y ninguna se pone brava.

Y llegando bailadores comay
por los caminos atascaos

viernes, julio 07, 2006

jueves, leve

06/07/06

En este día capicúa usufructúo lo que ayer se perfilaba como una gripe y llego a las 11 al laburo. Me pongo a boludear un rato y de nuevo a escribir estas cosillas. A saber: ayer me quedé hasta tarde en la oficina (compensando un poco e...) imprimiendo unos ensayos que aparecen en la página de Fabián Casas. Cada uno que leía me gustaba más que el anterior.

También ayer, cuando me acostaba y no me podía dormir a causa del malestar general, se me ocurrió una “analogía” entre el cuento de Pó que había terminado recién y algo que pudo haberme pasado con una mina. Esbozé este choreo de frase: “Ella terminó siendo como el gato negro de Poe: una presencia maléfica que me acompañaba a cada instante sin abandonarme siquiera en sueños e incluso aguardándome en sus angustiosas salidas, apoyada sobre mi corazón, con su tibio aliento sobre mi cara, tal como el gato...” ¡Será que era una linda gata la atorranta esa!
Otra que se me impuso espontáneamente en la mente esta mañana, casi como un arrebato poético (pppfff!!!) es esta:
“Puede respirar, ya que ahora la noche se deja descansar en el revés de su cincel. Fluye.”
Cuando termine de entenderla voy a buscarle un lugar de aplicación. De cariñoso que soy nomás.

Pienso que la primera tendría lugar de inclusión en el relato que estoy armando sobre ***. Ése que desde hace un tiempo no estoy pudiendo reabordar. Pienso que la parte delicada de ese texto tendría que contarla en 3era persona para no exigir que el lector se conduela por lo trágico. Como es un relato que se extiende más de lo que estoy acostumbrado a escribir es como que me apichona y no lo continúo.
Aunque también se me ocurre que pueda deberse al respeto que quiero tenerle a ese relato. Si no puedo otorgarle el cien por cien de mi atención, entonces mejor que no lo arruine a causa de desarrollarlo con displiscencia. Esos esporádicos escapes del laburo no pueden engendrar algo genuino que tenga que ver con lo que quiero expresar.

jueves, julio 06, 2006

miércoles, descripciones

05/07/06

Hoy, acaso, me siento un poco enfermo. Engripado quizás.
Observándome en el laburo (en esa paja ciega a la que estoy tan aferrado) me causa algo de sorpresa notar que hago todo lo posible por evitar hacer la más mínima cosa. Dilato al máximo, hasta el momento más oportuno, me guardo para cuando tengo que salir del paso y así evitar que me inquiera algún superior, como decía, postergo hasta el punto límite de elasticidad, el simple hecho de archivar unos papeles en una carpeta...
Simulo, y una vez que vuelvo a estar a mis anchas sigo leyendo, o escribiendo, o boludeando a lo pavo.

Ayer me fui al Borges. Me vi una pequeña expo de Frida y Diego. Me gustó.
Salimos de ese pabellón con mi compañero de trabajo, dimos media vueltita y nos fuimos a ver una peli de David Lynch. Como faltaban unos minutos decidimos aprovisionarnos de alguna bebida y algo para masticar.
A la mina que recibía las entradas:
- ¿Dónde tenemos un kiosco cerca?
- Subite al Julio Bocca, yo los espero

Para qué?!?!?!? un paraiso de nenas bailarinas en calzitas!!! todas con sus ropitas estrechas muy gritonas, con su desparramo de agilidad hipersensual apabullante... había unos putitos también... graciosos
Mientras espero ser atendido por la confitera, una rauda nínfula trepa y queda arrodillada sobre la banqueta que está a mi lado frente al mostrador. Lo repentino de su aparición me sorprende gratamente. La observo y le digo “que ágil sos!” con un tono que cargaba implícitamente un tren de frases tanto más distintas como ser “ahora que estás al lado mío te mordería una de esas nalguitas tiernas que tenés para luego hundir mi hocico entre esos cantos gloriosos y recorriéndote solo con mi lengua propinarte un atado de múltiples orgasmos...”

No había visto (creo, no soy nada parecido a un cinéfilo) ninguna obra de este chabón. La peli me gustó bastante y fue enriquecedora en el sentido (¿cómo decirlo?) de visión sobre estructura de relato. Muy flashera... el director frutea en muchos momentos.
En el viaje de vuelta me senté en la fila de asientos de atrás de todo del bondi y le presté atención a unos poemas de Zelarayán, a la minita que se sentó a mi derecha, y al tipo de la izquierda, que me enfureció porque tenía como una especie de descarga nerviosa y a cada rato le daba golpecitos a mi pie con el suyo. Como supe que no iba a decirle nada y que al fin y al cabo era probable que este muchacho no lo pudiera evitar, sentí conmiseración y me arrimé un poco a la chica de bucles (la mejor opción).

De nuevo hoy, cuando venía a la mañana para el laburo perdí a la lotería: un montón de gente en el anden y el subte con gente parada. Otra vez tarde: no puedo esperar a que venga uno con menos seres humanos...
Ya dije que me siento algo mal, entonces una vez dentro me sostengo contra una puerta y me agarro de un cuentito fotocopiado: El Gato Negro de Pó. Llego a destino y no terminé de leerlo: ira. Quedará para el almuerzo...


Hoy tendría que ir a entrenar, pero me siento mal. Pero sobre todo mal con mi situación en el club, con mi situación con el deporte. No quisiera dejar de practicarlo jamás. La práctica amateur de este deporte que amo me reivindica a cada momento pero todo el contexto (las miserias de los demás) me expulsa y me hace demasiado daño. Muchas veces me fabriqué una impasibilidad protectora, pero que pasen los partidos y ser el único que no entra a la cancha es muy dificil de soportar. Hay status aquí también, y casi nadie abdica de capitalizar las ventajas y los favores...


Ahora vamos a acorralarnos un poco. Empiezo a escribir esto que quiere presentarse como un diario personal pensando en “soltar mi prosa”. Como es común, frecuentemente sueño con escribir algo que sea hermosamente mío.
Hay datos que rápidamente me vuelven pesimista y que se resumen en el demorado, limitado, solitario, poco iluminado y etcéteras... acceso que tuve y tengo a la lectura.
“Esto no debiera ser mayor impedimento!!”... claro!!! para un tipo brillante, que piola sos... yo casi no tengo imaginación, no tengo creatividad, si siempre escribo cosas que me han pasado realmente...
“Bueno, me cansaste! eso del escitor atormentado por la falta de talento es patético y trillado”
Ves que tengo razón!
Estos acorralamientos nunca terminan en nada...


Nota a las 6 de la tarde: Algunos escritores me confirman lo que suelo experimentar. Hay ideas que te habitan por épocas y estan presentes en todo lo que te sucede durante ese tiempo en que te manipulan. Hay un asociar compulsivo de todo lo que te pasa a esos conceptos. Verlo con esos ojos, amoldarlo a esa óptica, actuar “en función de...”
Imagino que es un engaño al que nos abrazamos con ferocidad, siempre pensando que accedimos por fin a una verdad axiomática...
Aaahhh, pero agarrate catalina! porque siempre vuelve esa otra época en donde todos los significados yacen espasmódicos y te miran como peces a los que se les hubiera secado espontáneamente su lago... te boquean..!! ... y con cara de pescado!!!
Y vos caes: “si, era todo mentira, pero no quiero estar más acá, viendo esto”.

martes, mentira

quizás salga un diario...

04/07/06

Cuentan del imaginario rioplatense con su melancolía perenne y los muchachos soldados al farol que le cantan a su vieja. Buenos Aires, repleta de días grises como hoy, húmedos como si estuviéramos metidos en un nube, es certera en la sensibilidad de sus habitantes contaminados. A mi particularmente, esto me resulta incomprensible. Pero lo cierto es que la mayoría de las veces no logro escapar.
Termino de leer Boquitas Pintadas, con su cita obligada al tango, y es una nueva confirmación: un libro que asfixia de tristeza.
Pocas escenas (o al menos no las más relevantes) transcurren en la ciudad, pero la cantidad de consfusiones y verdades veladas vedadas, exceden al pueblito pampeano para inscribirse directamente en la vida.

Entonces ¿todo el que escriba desde esta ciudad que brilla de opacidad va a caer en esto irremediablemente, casual o deliberado? ¿o existe algo que pueda hacerse desde un plan vitalista atacando esa misma opacidad sin que nos sepa a oquedad?... inversión del estado de ánimo...
Mi mamá solía contarme algunas cosillas de la New Age. Me hablaba de la llama violeta que troca la energía dañina en energía benigna...
“Sólo una madre nos perdona en esta vida, / es la única verdad, / es mentira lo demás...”

Días como hoy no quiero más leer, no quiero más estudiar, no quiero más trabajar, no quiero hacer más nada por mantenerme vivo.
A veces le doy vuelta a un concepto, trato de figurármelo realmente. Dicen alegría de vivir. En seguida me digo: perder eso es una derrota terrible. Busco hechar mano de algún heroísmo y pienso en Sísifo **. Una escalera mecánica me alza a la superficie y un viento fresco me deja respirar... soy un cuerpo que arrastra a un espíritu
Ahora me acuerdo del dualismo cartesiano: punto muerto y se me amarga el esófago.

Después llego y subo en el ascensor los 3 pisos. Me siento en mi escritorio. Frente a la computadora. Me detengo y no se puede empezar. ¡No puedo empezar!
Pongo Mentira de Manu Chao.
... si no estás roto no te podés arreglar... y esa señora canta un fragmento de La Llorona:

“no sé si el corazon peca, llorona ,/ en aras de un tierno amor // te quiero más que a mi vida, llorona, / ¿qué más quieres? ¡quieres más!”