Nazco a mi muerte
es de hace un tiempo, pero lo encontré y veo que igual es actual
"Hay una fibra que conecta lo real con el espíritu, delgada, invisible, inconcebible. Las intercesoras, las conjuradoras que moldean la muerte arpegian dicho nervio. Cantan solo en ecos prehistóricos y viven merced a otras invocaciones..."
La fiera llora y no sabe abstraerse, no se anima, no ve como decidir. Alucina y se aterra. Estamos hablando de lo mismo: nuestra habilidad es hacer la nada. Digo: blanco y negro es lo mismo. Y no que da igual, si no que es la misma cosa! Besame y desesperá: sombra. Disparame hace un rato oraciones cortas: nada. De eso vamos a hablar? Yo te quiero fruta mágica del silencio ofreciendo-negando tu salvaje duende.
Nazco a mi muerte. Me muero a la luz de mi percepción y al desengaño de las formas. Empiezo a desestructurar y me entero de la inexistencia de cualquier idea. Muere el que fui para buscar a uno que fui aún antes. La sombra da efervescencia al lejano arrullo en la memoria de esa fascinación primera ante las cosas, la reacción pura del espíritu. Ya no la tengo mas...
Igual es siempre la misma historia. Desde el lado que se dice realidad, cotidianeidad, me tengo que manejar con la pretensión de la misma manera que con mi curiosidad intelectual-espiritual. Soy un desfasado, no puedo ser otra cosa porque soy un soberbio -o sea un inseguro-.
No se si sea que lo que estoy leyendo siempre se apodera demasiado de mis meditaciones (no creo, sabido es que no soy un gran lector) o si la revolución es plenamente real para mi. Cito: "el flash de los descubrimientos despertó mi capacidad intuitiva pero anestesió mi discurso". Es por eso que aúllo el silencio, que digo que no puedo ni hablar. Es por eso que la palabra no me significa. Por mi impotencia para manipular esa maravillosa herramienta y por que a pesar de todo es un molde artificial, un cajón bien cuadradito del lado de acá en el que se quiere meter a la fuerza a un alma totalmente informe e incluso de otro orden dimensional.
El vacío es ya.
Lo único que te mueve es la ira:
es un transcurrir indiferente
o es ser un pantera de ojos incandescentes.
Todo esto es relámpago líquido. Cuando se lee suena certero como el golpe que te rompe la nariz, pero mi sentir es tan suave, tan inefable que no puedo hablar de nada con seguridad.
No puedo hablar
"Hay una fibra que conecta lo real con el espíritu, delgada, invisible, inconcebible. Las intercesoras, las conjuradoras que moldean la muerte arpegian dicho nervio. Cantan solo en ecos prehistóricos y viven merced a otras invocaciones..."
La fiera llora y no sabe abstraerse, no se anima, no ve como decidir. Alucina y se aterra. Estamos hablando de lo mismo: nuestra habilidad es hacer la nada. Digo: blanco y negro es lo mismo. Y no que da igual, si no que es la misma cosa! Besame y desesperá: sombra. Disparame hace un rato oraciones cortas: nada. De eso vamos a hablar? Yo te quiero fruta mágica del silencio ofreciendo-negando tu salvaje duende.
Nazco a mi muerte. Me muero a la luz de mi percepción y al desengaño de las formas. Empiezo a desestructurar y me entero de la inexistencia de cualquier idea. Muere el que fui para buscar a uno que fui aún antes. La sombra da efervescencia al lejano arrullo en la memoria de esa fascinación primera ante las cosas, la reacción pura del espíritu. Ya no la tengo mas...
Igual es siempre la misma historia. Desde el lado que se dice realidad, cotidianeidad, me tengo que manejar con la pretensión de la misma manera que con mi curiosidad intelectual-espiritual. Soy un desfasado, no puedo ser otra cosa porque soy un soberbio -o sea un inseguro-.
No se si sea que lo que estoy leyendo siempre se apodera demasiado de mis meditaciones (no creo, sabido es que no soy un gran lector) o si la revolución es plenamente real para mi. Cito: "el flash de los descubrimientos despertó mi capacidad intuitiva pero anestesió mi discurso". Es por eso que aúllo el silencio, que digo que no puedo ni hablar. Es por eso que la palabra no me significa. Por mi impotencia para manipular esa maravillosa herramienta y por que a pesar de todo es un molde artificial, un cajón bien cuadradito del lado de acá en el que se quiere meter a la fuerza a un alma totalmente informe e incluso de otro orden dimensional.
El vacío es ya.
Lo único que te mueve es la ira:
es un transcurrir indiferente
o es ser un pantera de ojos incandescentes.
Todo esto es relámpago líquido. Cuando se lee suena certero como el golpe que te rompe la nariz, pero mi sentir es tan suave, tan inefable que no puedo hablar de nada con seguridad.
No puedo hablar
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