jueves, una calma que no convence
10/08/06
a la tarde, cosas que me alegran:
salgo a comprar materiales de iluminación para el trabajo
vuelvo recorriendo la ciudad en taxi, con la ventanilla abierta respirando la tarde.
yendo por San Juan pasamos por esa urdimbre de autopistas que nos asusta un poco
pero el tachero está comiendo un pirulín.
en estos días me inicio en la voz de Francisco Madariaga, una voz que se me figura a medio camino entre la descripción de paisaje de Juanele, y las apariciones féericas y fantásticas de Marosa:
Polvareda de joyas
Le dije a Aparición que la poesía podía ser
una canalla
y ella me contestó:
-Soy alazana como una avispa de mar,
de monte, o de tus rodeos criollos.
Soy tu caballo.
El poeta es el balsero que cruza a veces a
los hombres
desde la ribera de la muerte a la ribera
de la vida.
El amor y la muerte tienen la bravura natal
de la poesía,
y te esperan en un áspero y delicado espartillar
del espacio de arena y agua del Campo
Real
donde se peinan las doncellas de la canción
solar.
Mi orfandad transparente danza en el fuego natal
del infinito.
Desaparezco con un sombrero de espuma sangrante,
llamada por las hadas marinas,
pero vuelvo navegando en transportes de corales.
Soy una mujer con olor a polvareda de joyas de las
hadas
ardientes y concretas de la vida y de la muerte.
Te miro y con los ojos rasgados de topacio trataré
de aclararte que yo soy la poesía:
una Fiesta,
y a pesar de todos los extirpadores soy la tradición
de todos los colores.
en Criollo del Unvierso
a la tarde, cosas que me alegran:
salgo a comprar materiales de iluminación para el trabajo
vuelvo recorriendo la ciudad en taxi, con la ventanilla abierta respirando la tarde.
yendo por San Juan pasamos por esa urdimbre de autopistas que nos asusta un poco
pero el tachero está comiendo un pirulín.
en estos días me inicio en la voz de Francisco Madariaga, una voz que se me figura a medio camino entre la descripción de paisaje de Juanele, y las apariciones féericas y fantásticas de Marosa:
Polvareda de joyas
Le dije a Aparición que la poesía podía ser
una canalla
y ella me contestó:
-Soy alazana como una avispa de mar,
de monte, o de tus rodeos criollos.
Soy tu caballo.
El poeta es el balsero que cruza a veces a
los hombres
desde la ribera de la muerte a la ribera
de la vida.
El amor y la muerte tienen la bravura natal
de la poesía,
y te esperan en un áspero y delicado espartillar
del espacio de arena y agua del Campo
Real
donde se peinan las doncellas de la canción
solar.
Mi orfandad transparente danza en el fuego natal
del infinito.
Desaparezco con un sombrero de espuma sangrante,
llamada por las hadas marinas,
pero vuelvo navegando en transportes de corales.
Soy una mujer con olor a polvareda de joyas de las
hadas
ardientes y concretas de la vida y de la muerte.
Te miro y con los ojos rasgados de topacio trataré
de aclararte que yo soy la poesía:
una Fiesta,
y a pesar de todos los extirpadores soy la tradición
de todos los colores.
en Criollo del Unvierso
4 Comments:
Muy buen poema.
Mi jueves fue muy intenso (como corresponde a los días con noches de luna llena)y de fábula.
Brindo por más jueves cono éste.
salú!
Y de la vida ¿que hay para contar? Se muere algunas veces, pero siempre se vive.
yo creía que se contaban algunas cosas en este blog
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