El Diletante Guacho Fané

En el seno del sufrimiento hallé el sendero secreto del deleite...

jueves, abril 06, 2006

los forritos te saludan por tu cumple!

hace siglos que estoy con una tristeza infernal. hasta hace unas semanas uno estaba de racha y podía descargar esa angustia en una boca que le resultaba de su talle. uno tiraba lo más bien. ahora esa ausencia desde el contraste profundiza lo que se sigue dando, desde hace siglos.
uno deja que se cometan esos crimenes en su mente. uno es, las veces que se hace realmente cargo, el criminal, el que siembra esos tumores en el estado de ánimo.
ese nuevo vacío indefectiblemente rememora otros antiguos. dice “yo ya estuve acá; todo esto es una respiración... siempre lo mismo.”
otra cosa que da bronca es el asunto de los días grises. abril acá está lleno de días grises. ¿quien dijo que los días grises son días tristes? ¿entonces los días de sol son días felices?
los 2 sirven en misma medida a la vida y a la muerte. ni el universo está triste de manera particular en los días grises ni uno, partícula, debiera estarlo: otro crimen consumado...
y encima de los días grises, abril arranca con mi cumpleaños. mi cumpleaños siempre me contrae. porque el cumpleaños lo pone a uno en protagonista de algo que, al fin y al cabo, es una terrible pelotudez. y si uno insiste ante los demás con esto, es un odioso. entonces te quedas piola, a lo mejor pasa desapercibido y nadie grita cuando uno necesita silencio.
a uno no le gusta ser el apuntado por las luces y que los demás ¿deban? ¿quieran? (esto es imposible de discernir) festejarlo.
lo que termina pasando es que termina enrollándose en esa vorágine en la que lo meten los que a uno lo quieren y pueden pasar cosas insólitas. puede que uno termine de putas cuando esto nunca lo excitó. puede que uno termine discutiendo con la puta porque ésta no le da cariño...


pero lo que me detiene ahora es el por qué a uno lo pone mal las vísperas de su cumpleaños y el cumpleaños mismo. se me ocurre una idea.
uno ya ha cumplido años en otra oportunidad, ha asistido a numerosos cumpleaños de otras personas, ha visto, le han contado, etc. diversas maneras de llevar a cabo ese homenaje tan de la costumbre, tan poco individualizado. y bueno, esto me lleva de nuevo a lo que escribí en los primeros renglones... eso del talle.a uno la cecanía de la fecha lo abruma desde que presagia esa tormenta de demostraciones de afecto standarizadas. y desde siempre, lo que uno está buscando es ese afecto que es el único que a uno le cabe, ese que es a medida.