El Diletante Guacho Fané

En el seno del sufrimiento hallé el sendero secreto del deleite...

domingo, septiembre 21, 2008

domingo, muévelo
nena que te va a gustar

una apuesta frente a lo que no se puede probar
pensar en el sentido de la vida es orar

sábado, agosto 30, 2008

uno de Carlos Godoy

Busco la banqueta que era del abuelo
la coloco frente al teléfono
me siento.

Te miro.

Traspaso la cáscara
de plástico negro y duro de aparato,
recorro ochenta cuadras
por el cableado telefónico,
finalmente traspaso el plástico
de aparato duro y blanco.

Ahí estás.
Te veo.

Recostada en tu cama
a dos metros del teléfono blanco,
me estás mirando.

Nos miramos.

jueves, junio 26, 2008

Falcao ve la matrix

como dijera Wittgestein, el lenguaje está compuesto por mil juegos reglados, y son estos juegos los que hacen posible la creación de algo a lo que llamar poesía.

comprender esas reglas es practicar
un lenguaje.

viernes, mayo 16, 2008

Altazor, nacido a la muerte de Cristo.


“por entre las fuerzas misteriosas que ceden,
la criatura humana entablará las más puras relaciones
con todas las cosas que tiemblan en su halo sensible
esperando nuestras miradas amorosas y nuestras caricias inteligentes...”
Juan L. Ortiz


El proyecto de escritura que el poeta chileno Vicente Huidobro despliega en sus manifiestos y conferencias tiene una fuerte repercusión en su poesía. De hecho, la reflexión sobre la misma poesía y sobre el lenguaje encuentra continuidad en sus poemas. Puede afirmarse que es en este sentido en el que muchos críticos se refieren a su poesía como metapoesía, es decir, una poesía que habla de la poesía.

A partir de 1914, fecha en la que presenta su escrito “Non serviam”, pueden observarse una serie de lineamientos que va a mantener a lo largo de su obra. Así, once años después de esta primera intervención, y en ocasión de la reciente aparición de los manifiestos dadaístas y surrealistas, ratifica de esta manera su postura: “Después de lanzados los últimos manifiestos acerca de la poesía, acabo de leer los míos y, más que nunca, me afirmo en mis antiguas teorías.”[i]
Ahora bien, ¿cuales son esas teorías en las que se reafirma y de qué manera se hacen presentes en su práctica poética? Lo que intentará mostrarse es que los postulados son claros y precisos, y que se verifican coherentemente en sus composiciones poéticas.
La conferencia “Non serviam” anuncia ya desde su título la idea principal que va a desarrollar: ruptura con el lenguaje mimético. El poeta no debe buscar una escritura que sea una representación especular de la naturaleza, del mundo exterior como verdad preexistente. Al contrario, lo que debe hacer es romper con el realismo[ii] y con la función referencial del lenguaje, y si queda algo a imitar de la “Madre Natura”, se tratará solamente de su capacidad creadora. Sostiene que la poesía no se construye con el lenguaje cotidiano, sino que, por el contrario, “el valor del lenguaje en la poesía esta en razón directa de su alejamiento del lenguaje que se habla”[iii]
Entonces, primera propuesta: total libertad creadora y alejamiento del lenguaje referencial. Esta ruptura repercute inmediatamente en la idea que se tiene del poema. Dado que éste no reproducirá las leyes naturales, o mejor dicho la lógica cristalizada que el sentido común proyecta hacia la realidad como inherente a ella, no se tratará entonces de un texto o comentario sobre el mundo, sino de una cosa más en el mundo: las cosas que existen-en el poema existen-por el poema, y no a causa de las cosas que existen previamente. Así es que, en tanto escribir un poema es una acción por medio de la cual se agrega una cosa más a lo que hay, se trata de una forma de intervención en la realidad. Enfatizando la autonomía del poema, Huidobro se dirije al poeta como al que tiene el deber de crear nuevas realidades, o como él mismo dijera en 1916: “Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra”[iv]
Esta cita es extraída de un poema, con lo que, si bien se trata de un arte poética, comienza ya a observarse la correspondencia entre práctica y teoría. En cuanto a lo de “cuida tu palabra” (si se considera que esta declaración es realizada dentro de un contexto histórico-poético fuertemente anti-racionalista), a lo que se apunta es a remarcar la función de “control” o elaboración intelectual que el poeta tiene sobre su escritura. No se trata de un automatismo, ni de un azar, sino de una intervención intencionada; aunque no puramente racional. Existe también una postura estética que busca evitar sentimentalismos o adjetivaciones excesivas que son consideradas como un adorno innecesario, pero no es esto lo que se analizará.
En “Manifiesto de manifiestos” explica largamente la imposibilidad de aislar una sola de las facultades del pensamiento para luego efectuar la escritura poética a partir de ello. Antes bien, el poeta alcanza la actividad creadora a partir de una especie de estado de hiperlucidez donde todos sus sentidos se encuentran en máxima tensión. No se trata de un papel pasivo el que juega allí, como afectado por el exterior o un interior que le es ajeno y lo impulsa, sino que su rol es completamente activo, haciendo converger la totalidad de las facultades de su personalidad en el momento de configurar los elementos de su poema. La razón, en ese estado, asiste a la producción del delirio poético. En última instancia, la razón tamiza u organiza al delirio. De esa manera explica Huidobro el estado de atención extraordinaria que debe alcanzarse para crear poesía. En el fragmento de Altazor que nos ocupa (versos 431 a 636 del “Canto V”), una de las imágenes que utiliza es la del molino:

“Así eres molino de viento
Molino de asiento
Molino de asiento del viento
Que teje las noches y las mañanas
Que hila las nieblas de ultratumba
Molino de aspavientos y del viento en aspas
El paisaje se llena de tus locuras.”[v]

El poeta es una suerte de molino donde el viento se asienta iniciando el engranaje. Se trata aquí de una inversión: transmutar a la naturaleza haciendo de ella un insrumento, y no al revés como en el lenguaje mimético. El molino hila y teje; el poeta es quien va a establecer las relaciones que hay entre los objetos. Descompone y recompone para poblar el paisaje.
Aquí ya comienza a verificarse un aspecto fuerte de su propuesta: no se trata de las relaciones de un lenguaje ordinario o representativo, sino de relaciones de carácter preformativo, que subyacen y que esperan por el poeta para ser creadas. Huidobro expresa que el poeta es quien sorprende la “relación oculta” que existe entre las cosas más lejanas, quien trae lo nuevo desde el caos de lo innombrado. Si el lenguaje convencional representa al mundo, el poeta habla fuera del mundo, ampliándolo. El objetivo del poeta es la metáfora inédita y de máxima extensión. En ella reside lo que Huidobro llama el “efecto trascendental”, inquietante, maravillador, que es el propio de la poesía. Las relaciones cristalizadas en el lenguaje ordinario podrían tener el mismo origen delirante, con lo que se pone de relieve su carácter arbitrario y convencional. Como si dijera, “actualmente son estas, pero no son las únicas posibles”. Este rasgo bien podría hacerse extensivo a una posición política, en tanto una mirada del mundo es una mirada política y lo que busca el poema es hacer peligrar cierto orden simbólico establecido.

Siguiendo la lectura de Andrea Ostrov: “el poema de Huidobro sugiere que la metáfora es estructuralmente constitutiva del lenguaje. El poema muestra la dimensión metafórica general del lenguaje”[vi]. Todo lenguaje es metafórico, y en su función representativa sirve para pensar indirectamente una realidad que es esencialmente imposible de alcanzar. El poema continuamente cuestiona la estructuración y las articulaciones que un lenguaje hegemónico propone para lo real. Tiene que ser una lente que distorsione, o un molino que roya el lenguaje cotidiano, como aquí, donde el poeta recombina arbitrariamente en lo interior de la palabra:

“La farandolina en la lejantaña de la montanía
El horimento bajo el firmazonte”[vii]
Así va sugiriendo el lugar de la poesía como pura-posibilidad en la medida en que opera una apertura hacia la infinita combinatoria. También en este otro fragmento, poniendo en cuestión la fijeza de las funciones sintácticas:

“La cascada que cabellera sobre la noche
Mientras la noche se cama a descansar
Con su luna que almohada al cielo
Yo ojo el paisaje cansado
Que se ruta hacia el horizonte
A la sombra de un árbol naufragando”[viii]

O incluso en este otro fragmento, llamando al poeta a profetizar y a alentándolo a que se exacerbe en su fiebre lírica, aún conservando, en esta parte del poema, la sintaxis, pero creando palabras nuevas -ya que, como se señaló con anterioridad, cuenta con una total libertad- buscando hablar en el lenguaje de las cosas:

“Y hablo como mar y digo
De la firmeza hasta el horicielo
Soy todo montalas en la azulaya
Bailo en las volaguas con espurinas
Una corriela tras de la otra
Ondola en olañas mí rugazuelo
Las verdondilas bajo la luna del selviflujo
Van en montonda hasta el infidondo
Y cuando bramuran los hurafones
Y la ondaja lanza a las playas sus laziolas
Hay un naufundo que grita pidiendo auxilio”[ix]

Aún más, en plan de mostrar de qué manera el lenguaje del poeta va creando la realidad o es en sí mismo la realidad: “Soy luciérnaga”, “Y no sólo soy luciérnaga / sino también el aire en que vuela”, “Y luego soy árbol”. Con lo que nuevamente no es una subjetividad que representa la escena del mundo objetivo, si no que el poeta es, no sólo los personajes que están en esa escena, sino también la escenografía y el escenario. La naturaleza, entonces, de ninguna manera le dicta lo que él tiene que escribir, sino que es éste quien se hace cargo de su papel creador, relacionando lo que incluso en apariencia parece imposible de relacionar:

“Yo soy el rey
Los ahogados florecen cuando yo lo mando
Atad el arco-iris al pirata
Atad el viento a los cabellos de la bruja
Yo soy el rey
Y trazaré tu horóscopo como un plan de batalla”[x]

Así es como el poeta tiene el deber de trazar nuevas dimensiones de realidad y de partir en busca de la poesía en el misterio de lo aún no-dicho. Su deber es trabajar sobre el material verbal y, así, royéndolo, operando sucesivos desplazamientos, lograr extensivamente la desconstrucción de una realidad naturalizada, pero no necesariamente única y verdadera. Huidobro muestra en lo formal de su escritura esos desplazamientos, hasta llegar hacia el final de Altazor y por el camino de una desarticulación progresiva, a la disolución misma del lenguaje.

“¿En dónde está el arquero de los meteoros?
El arquero arcaico
Bajo la arcada eterna el arquero del arcano con su violín violeta con su violín violáceo con su
violín violado”[xi]

No es una pura desconstrucción, sino una construcción que siempre está comenzándose. El “Manifiesto tal vez” de 1924 así lo expresa. ¿De qué manera? Comenzando con una negación, siguiendo con una pregunta, y lanzándose a la búsqueda[xii]. En todo momento es el trabajo sobre el lenguaje, al que se lo observa con mirada extrañada y con plena conciencia de la inexistencia de una relación unívoca con la realidad, el que le permitirá entonces al poeta, quizás, flechar alguno de esos secretos eternos, y tal vez llenarse los ojos con él para luego vaciarlos en su canto.




Notas


[i]Vicente Huidobro, “Manifiesto de manifiestos”, en Celina Manzoni, Vanguardias en su tinta, Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 2007, pg. 66.
[ii]Como aclarara también en su “Manifiesto de Manifiestos” de 1925: “El realismo en el sentido usual de la palabra, es decir, como descripción más o menos hábil de las verdades preexistentes, no nos interesa y ni siquiera lo discutimos, pues la verdad artística empieza allí donde termina la verdad de la vida.”
[iii]Vicente Huidobro, “La poesía”, en Daniel Freidemberg y Edgardo Russo, Cómo se escribe un poema: español y portugués. Rubén Darío...(et al.), Buenos Aires, El Ateneo, 1994.
[iv]Vicente Huidobro en Celina Manzoni, Vanguardias en su tinta, Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 2007, pg. 65
[v] Vicente Huidobro, “Altazor o el viaje en paracaídas. Poema de VII cantos”, en Vicente Huidobro, Antología Poética, Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 2007, pg. 162. En adelante, los versos que se citen del poema corresponden siempre a la misma edición.
[vi] Andrea Ostrov, “Altazor de Vicente Huidobro: la realidad en el lenguaje”, en María Cecilia Graña (compiladora), La suma que es el todo y que no cesa: el poema largo en la modernidad, Rosario, Beatriz Viterbo Editora, 2006, pg. 42.
[vii] Ibid., versos 477-478, pg. 163.
[viii]Ibid., versos 497-502, pg. 164.
[ix] Ibid., versos 545-555, pg. 165.
[x] Ibid., versos 611-616, pg. 167.
[xi] Ibid., versos 625-627, pg. 168.
[xii] Allí Huidobro declara: “Nada de caminos verdaderos y una poesía escéptica de sí misma. ¿Entonces? Hay que buscar siempre.”

incomprobable

hasta donde entiendo, Plotino sostenía lo siguiente:
la carga ontológica de todo lo que es se va gastando según distintos niveles de realidad. ésta se despliega a la manera de un árbol, volviéndose cada vez más múltiple y degradándose en cada nodo hasta llegar al “no ser” de la realidad material. el Principio ontológico que sostiene todo este sistema arbóreo es otra forma de “no ser”, otro significado para esta negación que no va por el lado de ser pura privación (de carga ontológica), sino por ser de carácter indeterminado. todo lo que es, es algo determinado (en el sentido en que “es” esto o esto otro); en cambio del Principio de todo (este Uno informe, indeterminado, impensable), que podríamos incluso reformular como el “¿qué es?”, decimos que “no es” en tanto se opone a lo que es-determinado. además, es un “no ser” sobreabundante, y en este sentido, lo que “realmente es”, ya que, al desbordarse de sí mismo, genera todo lo que hay.



por último, este Uno es principio de toda posibilidad: todo lo que es, es porque pudo ser. de hecho, y refiriendo a la primera frase, todo lo que es, es despliegue de ese Uno, que se va disolviendo, hasta agotar su carga ontológica a lo largo de lo que, sin embargo, se presenta como un continuo espiritual. se va como difuminando...

el lugar que ocupa la mente en este esquema es interesante. también el acceso místico a lo Uno..

miércoles, marzo 19, 2008

vindicación de la falopa




CARTA A LA MADRE DE UN TOXICÓMANO

No hay drogas buenas y malas,
sino usos sensatos o insensatos de las mismas.


Muy señora mía:

Comprendo y comparto sinceramente el sentimiento de impotencia que le impulsa a formar grupos de protesta y manifestarse por las calles pidiendo soluciones para un asunto que empeora cada día. Por eso mismo le propongo detenerse un momento a reflexionar, ya que no conocemos una cosa simplemente por padecerla en nuestra carne, sino cuando llegamos a entender de dónde nace.
A usted, la propaganda oficial le ha dicho que hay, por una parte, La Droga y por otra parte las medicinas de la farmacia, y por otra los productos vendidos en las tiendas de alimentación y los estancos. Unos llevan a la muerte, otros a la vida y los terceros son cosa distinta.
Me atrevo a sugerirle que ideas de este tipo sólo empiezan a parecer reales cuando decidimos creer en ellas. La heroína, que simboliza hoy el Mal, nos sirve de perfecto ejemplo. Es un opiáceo, y el opio fue usado como bendición de Dios por todos los médicos desde hace 4.000 años hasta hace unos pocos.
Sus derivados son, desde luego, drogas de delicado manejo. Fíjese, con todo, que mientras fueron legales no produjeron un sólo caso de sobredosis accidental, mientras ahora matan involuntariamente a cientos de jóvenes cada año; y fíjese también en que mientras fueron cosas decentes, puras y baratas sus consumidores eran gente mayor. Lanzada por la casa Bayer al mismo tiempo que la aspirina, su otro gran descubrimiento, la heroína se recomendaba hasta para calmar los nervios y la tos de los niños pequeños.
Querría hacerle ver, señora, que si esa sustancia resulta hoy diabólica es porque algunos venden lucrativamente infiernos a los demás, pero también porque en alguna medida la declaramos diabólica nosotros mismos, que no sabemos vivir sin un Satanás u otro y lo encontramos en terrenos tan neutros como la química. La tragedia ocurre cuando alguno de nuestros hijos —en la edad más difícil, cuando su carácter aún no se ha formado— deciden creer la fantasías de sus padres.
¿Por qué se la creen? Observe que no sólo tiene la fascinación de lo prohibido, sino una triste aunque innegable ventaja. Obtener el estatuto de endemoniados (colgados) les libera de ese aprender a sacrificarse y acumular para otros que marca el comienzo de la madurez, les libera de asumir responsabilidades por los actos propios. Sin darnos cuenta, al aceptar que existiera una sustancia capaz de anular diabólicamente la buena voluntad ofrecimos a nuestros hijos una coartada y un papel. Coartada para la falta de virtud y papel para la falta de paradero.
Hay algo que usted sabe y parece estar olvidando constantemente. A su hijo le cuesta 20.000 pesetas el gramo de unos polvos que —según declaraciones oficiales— tienen el 5% de lo que pretenden, cuando mucho el 10%. ¿Podría padecer un marido o un hijo alcohólico si —por razones de precio y pureza— sólo lograra beber al día de anís o coñac lo que cabe en un dedal de costura? Cuando le dijera que necesitaba el dinero de la compra o el del alquiler para conseguir su dedal de licor de cada día ¿qué le respondería? Y cuando le viera morir por beberse un centilitro de eso, ¿le echaría usted la culpa al anís o al coñác en general?
Dentro de su penosa situación, señora, le sirve de consuelo pensar que la heroína es algún tipo de cuerpo maléfico que basta mirar para quedar enganchado irresistiblemente. Su hijo, un pobre incauto, quiso probar nada más y desde ese preciso instante se convirtió en víctima justificada para robar o hasta matar, y desde luego para declararse parásito perpetuo.
Pero la heroína, que sienta casi siempre muy mal las primeras veces, no empieza a adiccionar antes de pasar dos semanas usando un cuarto de gramo diario (si lo duda usted, pregunte a un médico competente). E incluso entonces, la reacción de abstinencia no resulta más incómoda que una suave gripe durante un par de días. Para adiccionarse realmente se necesitan al menos dos meses de uso cotidiano. Por otra parte, lo más probable es que su hijo no conozca realmente la heroína, sino una forma tosca y rebajada de morfina, rebajada tan brutalmente que para poder depender a nivel físico de ella necesitaría casi cuatro gramos diarios, y usted sabe que no toma más de un cuarto, cuando llega a tanto; y yo le añado que si tomase la cantidad requerida para convertirse en un verdadero adicto moriría de inmediato por efecto del sucedáneo. Extraiga usted misma las consecuencias. El esfuerzo de las autoridades por crear algo diabólico ha desembocado en la aparición de un ejército dirigido por asesinos, aunque reclutado entre farsantes e ilusos, que, a cambio del estigma y el envenenamiento con matarratas y maizena compran irresponsabilidad. El sistema vigente impone lo uno y vende lo otro. Mientras las fuerzas del orden se desmoralizan, y mientras el estado de cosas enriquece a un grupo creciente de personas que viven muy bien de defender, tratar o reprimir un mal inventado por la prohibición, usted, yo y los demás cabezas de familia somos el público que paga.
¿Qué hacer?. Como los Estados prefieren seguir mintiendo, sólo nos queda defender la verdad en este asunto, tan recubierta de ignorancia e interesados mitos. La verdad, señora, es que no hay drogas buenas y malas, sino usos sensatos e insensatos de las mismas (como pasa con las armas de fuego, la energía nuclear y tantas otras cosas), que el uso sensato es infinitamente más probable cuando no hay mercado negro y que la ilegalización estimula toda suerte de abusos. La verdad es que no depende tanto de la (supuesta) heroína como de las condiciones impuestas a su consumo el que sea un vicio pagado con una abyecta vida y una abyecta muerte. La verdad es que había mil veces menos adictos-delincuentes cuando los médicos podían recetar opiáceos. La verdad es que curar la heroinomanía con metadona es como curar al alcohólico de whisky con ginebra y mucha hipocresía. La verdad es que el remedio puesto en práctica está agravando la enfermedad con ofertas de nuevos planes que son caricaturas del más fracasado y viejo, pues la receta de aumentar los castigos —incluso aplicando el de muerte— sólo logra encarecer aún más el producto, aumentando el negocio y consiguiendo que sea vendido por menores de edad, únicos irresponsables a nivel penal.


Coartada
Fíjese que tampoco sirve proponer subvenciones y empleos a las personas por el mero hecho de declararse heroinómanos. Estas medidas estimularían inmediatamente a muchos pobres, parados e infelices a poner los medios para declararse tales, multiplicando la cantidad de personas acogidas a la coartada y el papel de irresponsables víctimas. A usted y a mí nos queda el consuelo de pensar que el asunto es planetario. Pero el mal de muchos no dejará de ser consuelo para tontos. Nuestros protectores corrompen la sociedad en nombre de la salud pública, permitiendo que se venda basura a precios astronómicos, creando cofradías draculinas que dan de comer a mangantes y criminales y fundando una casta a quien la policía protege bajo la categoría de confidentes, aunque en privado les llame gusanos, por aquello de hacer posible una pesca. Es esa canalla quien controla hoy el mercado de todas las drogas ilegales.
Ya verá usted cómo en las próximas elecciones todos los partidos le piden el voto con grandes promesas, después de apoyar hace poco en las cortes aquello que hace crónico el actual estado de cosas. Quizás le he dicho cosas que preferiría no saber, que apartaría como fuere de su mente. Pero me pregunto si quienes le dicen lo que querría oír no serán quienes defienden la auténtica causa de sus desdichas.


Antonio Escohotado
El País, 23 de mayo de 1988, pág. 32
http://www.escohotado.org

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Carta al señor Legislador de la ley sobre Estupefacientes
A. Artaud, en El ombligo de los limbos

Señor Legislador de la ley de 1916, aprobada por el decreto de julio de 1917 sobre estupefacientes, eres un castrado.
Tu ley no sirve más que para fastidiar la farmacia mundial sin provecho alguno para el nivel toxicómano de la nación
Porque
1ro El número de toxicómanos que se aprovisionan en las farmacias es ínfimo
2do Los verdaderos toxicómanos no se aprovisionan en las farmacias
3ro Los toxicómanos que se aprovisionan en las farmacias son todos enfermos
4to El número de toxicómanos enfermos es ínfimo en relación a los toxicómanos voluptuosos
5to Las restricciones farmacéuticas de la droga no reprimirán jamás a los toxicómanos voluptuosos y organizados
6to Habrá siempre traficantes
7mo Habrá siempre toxicómanos por vicio de forma; por pasión
8vo Los toxicómanos enfermos tienen sobre la sociedad un derecho imprescriptible, que es el que se los deje en paz.
Es por sobre todo una cuestión de conciencia.
La ley sobre estupefacientes pone en manos del inspector-ursurpador de la salud pública el derecho de disponer del dolor de los hombres; en una pretensión singular de la medicina moderna de querer imponer sus reglas a la conciencia de cada uno. Todos los balidos oficiales de la ley no tienen poder de acción frente a este hecho de conciencia: a saber, que, más aun que de la muerte yo soy el dueño de mi dolor. Todo hombre es juez, y juez exclusivo de la cantidad de dolor físico o cantidad de vacuidad mental que pueda honestamente soportar.
Lucidez o no lucidez, hay una lucidez que ninguna enfermedad me arrebatara jamás, es aquella que dicta el sentimiento de mi vida física. Y si yo he perdido mi lucidez la medicina no tiene otra cosa que hacer sino darme las sustancias que me permitirán recobrar el uso de esta lucidez.
Señores dictadores de la escuela farmacéutica de Francia ustedes son unos pedantes roñosos: hay una cosa que ustedes debieran considerar mejor: el opio es esta imprescriptible e imperiosa sustancia que permite retornar a la vida de su alma a aquellos que han tenido la desgracia de haberla perdido.
Hay un mal contra el cual el opio es soberano y este mal se llama Angustia, en su forma mental, médica, psicológica, lógica o farmacéutica, como ustedes quieran.
La angustia que hace a los locos
La angustia que hace a los suicidas
La angustia a los condenados
La angustia que la medicina no conoce
La angustia que vuestro doctor no entiende
La angustia que quita la vida
La angustia que corta el cordón umbilical de la vida. Por vuestra ley inicua ustedes ponen en manos de personas en las que ni tengo confianza alguna, castrados en medicina, farmacéuticos de porquería, jueces fraudulentos, doctores, parteras, inspectores doctorales, el derecho a disponer de mi angustia, de una angustia que en mi es tan aguda como las agujas de todas las brújulas del infierno.
Temblores del cuerpo o del alma, no existe sismógrafo humano que permita a quien me mire, llegar a una evaluación de mi dolor mas precisa que aquella fulminante de mi espíritu!
Toda la azarosa ciencia de los hombres no es superior al conocimiento inmediato que puedo tener de mi ser.
Soy el único juez de lo que esta en mí.
Vuelvan a sus buhardillas, médicos parásitos, y tú también, Señor Legislador Moutomier, que no es por amor de los hombres que deliras, es por tradición de imbecilidad. Tu ignorancia de aquello que es un hombre solo es comparable a tu estupidez pretendiendo limitarlo.
Deseo que tu ley recaiga sobre tu padre, sobre tu madre, sobre tu mujer y tus hijos y toda tu posteridad. Y mientras tanto soporto tu ley.

jueves, febrero 14, 2008


- ¿Cuál sería hoy la función del poeta en nuestra sociedad?

- Yo diría, como Artaud o como Césaire, que la poesía está unida ahora a la revolución. En el sentido de las transformaciones. Porque le poeta obra con el lenguaje mismo para apresar esa realidad que es muy fluida y confluyente, y que es también contradictoria. Y debe asimismo modificar todas las convenciones comunes de la comunicación. Se está así frente a una revolución en el lenguaje que puede incidir después en otros planos de la transformación en tanto toca otros planos de la concepción de la realidad o de su percepción en los lectores u oyentes. No olvidemos que el hombre está en la prehistoria, no ha penetrado en la verdadera historia, y el poeta está comprometido en esa tarea.

- Usted me habló del destino del poeta como semejante al del héroe.

- Sí, porque la cuestión es vencer el miedo, es quemarse, dándose, que viene a ser otra manera de perderse, o de madurar o de recobrar, en forma que no se refiere estrictamente a la vida, pero sí, a no sé que forma de existencia. El héroe muere por una cosa, supera la llama, el poeta al quemar ese momento de oscuridad y de luz también.

un almismo ayoico

- ¿Y qué es Dios para usted? ¿Cómo se lo imagina?

- Puede ser una manera de designar lo que no conocemos. Nosotros lo sentimos, sí, indudablemente. Pero yo me lo imagino fuera de esas figuraciones tradicionales o confesionales. Podría estar más cerca del sentido oriental de Brama, una palabra que define lo desconocido, lo divino, si se quiere. Los orientales decían que cada partícula de materia está llena de espíritu.


- Es casi una apreciación científica, ¿verdad?

- ¡Tiene su verificación científica! Ahora con las investigaciones que se han hecho en el átomo, se llega hasta los electrones, el neutrino, sí, que es la última palabra. Pero, mucho más allá, se sospechan elementos más inasibles aún, casi espirituales, ¿me entiende? Es decir, la materia se resuelve en espíritu. Como decían los orientales, “cada partícula está cargada de espíritu”. Nosotros en Occidente hacemos una diferencia un poco escolar entre materia y espíritu, ¿no?

lo que yo quise decir: una preeminencia de matices

- No trato de volver al acaso estéril enfrentamiento entre arte y ciencia, ¿pero no cree usted que son dos caminos particulares para captar la realidad...?

- Sí, es preciso no enfrentar el arte y la ciencia, pero también es innegable que son dos vías. El artista tiende a la sensibilidad y el científico obra por concepto, por abstracción, cuya historia, diremos así, va determinando lo que se llama “tradición científica”, que es la base para la investigación de ciertas zonas limitadas de la realidad. ¿Cuáles son esas zonas? Aquellas que son aprehensibles por cierto tipo de conocimiento. Pero las matemáticas y la química, y aún la filosofía, están determinadas, en lo profundo, por la intuición que, tal como señalara Einstein, es de tipo poético. Quiere decir entonces que el científico y el artista en ese aspecto de la intuición se juntan. Las diferencias entre el conocimiento científico y el artístico creo están dadas en la actitud o el método. El científico se coloca en la posición de valerse como instrumento de la abstracción del concepto. El poeta es la sensación, la intuición y a veces la imaginación, que es también muy importante en la captación del objeto.
Pero aún en el conocimiento conceptual no existe la separación o abstracción absoluta, se mantiene siempre, subsiste, una participación subjetiva. Diríamos, finalmente, que se trata de una preeminencia de matices entre la intuición y el concepto o, como dijera Dante, entre el amor y la inteligencia. Él decía amor en ese sentido de la intuición, que es a la vez inteligencia. Y la inteligencia a su vez es amor.

- Lo específico de la poesía, entonces...

- No sabemos cómo nos toca la poesía, pero sí que ella se expresa en mil formas; está en el crecimiento de todo, como el amor. También sabemos, como explica muy bien Pavese, y antes Croce y otros, que la poesía es conocimiento por vía de la intuición, por contacto o inmersión en cierto misterio por el que uno se siente tocado o atraído. Y el misterio atrae porque requiere, para mostrarse como misterio, cierta luz, cierta iluminación, cierta música, cierto estado de tensión entre determinadas zonas de la realidad que vincula al misterio con la actitud del poeta, y genera entre ambos una atracción recíproca. A poesía quiere revelar ese misterio, inaccesible al conocimiento puramente intelectual o científico, y ese objeto de conocimiento se expresa, se sugiere, accede a un plano en cierto modo sensible, por medio de la palabra. Y también de la música, que para mí ha sido muy importante. La palabra y el sonido están penetrados, como instrumentos, de eso que hace que uno sienta la sensación de haber aprehendido el conocimiento. Claro que para que tal cosa ocurra debe suceder algo con lo que llamamos inteligencia: tiene que abrirse, sensibilizarse, arder, como decían los místicos españoles. Esa inteligencia ardiente sería la que puede tomar y consumir una zona de la realidad e iluminarla. Pero en última instancia no se trata solamente de la inteligencia: Blondel decía que se puede hacer poesía con todo el cuerpo. Digamos mejor: con todo el ser.



al tanteo, articulaciones
para develar o reproducir
el continuo:

un sonido difícil de asimilar
pero que al cabo se distingue
bajo esa textura
hostil, melodioso



sí, con una armonía en tensión...
como si se tratase de un zoom vertiginoso

domingo, enero 20, 2008

“Yo soy el primero que he reivindicado para la voluntad la primacía que le pertenece, transformando así todo el dominio de la filosofía”



Schopenhauer tirandole puntas a Freud:


Todo esto corresponde al importante papel que juega la relación sexual en el mundo humano, donde es realmente el centro invisible de toda acción y conducta, y se puede atisbar por todas partes a pesar de los velos que lo cubren. Es la causa de la guerra y la meta y objeto de la paz, el fundamento de lo serio y la finalidad de lo jocoso, la fuente inagotable del ingenio, la clave de todas las alusiones y el significado de todas las insinuaciones misteriosas, de todas las proposiciones tácitas y todas las miradas robadas; es la meditación diaria del joven y a menudo también del anciano, el pensamiento permanente del impúdico e incluso a menudo aparece en la imaginación del casto contra su voluntad, el material siempre disponible de la broma precisamente porque lo profundamente serio está situado en su raíz .

Próximo al amor a la vida, [el amor sexual] se muestra a sí mismo... como el más poderoso y activo de todos los motivos e incesantemente reclama la mitad de los poderes y pensamientos de la parte más joven de la humanidad. Es la meta final de casi todo esfuerzo humano; tiene una desfavorable influencia sobre los asuntos más importantes, interrumpe continuamente las ocupaciones más serias y a veces deja perplejas por un tiempo incluso a las grandes mentes. Parece no dudar en introducirse con su morralla e interferir en las negociaciones de los hombres de Estado y las investigaciones de los eruditos. Sabe como deslizar sus cartas de amor y sus rizos incluso en los portafolios ministeriales y los manuscritos filosóficos.


Y, nuevamente, qué haremos con esta escena accidental?




La vida como dolor.

El pesimismo metafísico de Schopenhauer se expresa en su concepción de una voluntad torturada.

La voluntad es esfuerzo infinito, un impulso ilimitado, por ello no puede alcanzar nunca la satisfacción o un estado de tranquilidad. Su esfuerzo es continuo pero nunca alcanza. Lo que llamamos felicidad o goce no es más que el cese temporal del deseo. El deseo, como expresión de la necesidad y del sentimiento de privación, es una forma de dolor. Por ello la felicidad es la ‘liberación del dolor, la superación de la necesidad’; es real y esencialmente negativa, y en ningún caso positiva. No tarda en transformarse en aburrimiento y, entonces, el deseo de satisfacción resurge de modo natural.

La vida es voluntad, la voluntad esfuerzo, el esfuerzo es producto de la necesidad y produce la satisfacción, pero la satisfacción es breve, renacen los deseos y de este modo se perpetúa hasta lo infinito la cadena del mal.


La vida es un eterno oscilar entre el deseo y el hastío.

"Pero la mayor parte de las veces nos negamos a aceptar esta idea, como nos negaríamos a beber una medicina amarga, esta idea de que el dolor es esencial a la vida y no proviene del exterior, sino que cada uno de nosotros lo llevamos dentro de nosotros mismos, como un manantial que no se agota. Siempre buscamos una causa o un pretexto exterior del dolor que no se separa de nosotros; somos como el hombre libre que se crea un ídolo para tener un amo. Pues infatigablemente volamos de deseo en deseo, y aunque ninguna realización, por mucho que prometa, pueda satisfacernos y no ser más que un vergonzoso error, nos empeñamos, no obstante, en no comprender que estamos haciendo el trabajo de las Danaides y corremos incesantemente hacia nuevos deseos."


"Todos hemos nacido en Arcadia, es decir que entramos en el mundo con muchas exigencias de felicidad y goce y conservamos la necia esperanza de realizarlas hasta que el destino nos agarra rudamente y nos muestra que nada es nuestro y que todo es suyo (…) Después viene la experiencia y nos enseña que la felicidad y el placer son puras quimeras que se nos muestran a lo lejos como una imagen engañosa, mientras que el sufrimiento y el dolor son reales, se manifiestan inmediatamente por sí mismos sin necesitar la ilusión o la expectación. Si aprendemos de su enseñanza, dejamos de perseguir la felicidad y el placer y sólo procuramos evitar en lo posible el dolor y el sufrimiento.”



… igual que uno se rasca:

"incluso en el caso de enamoramiento objetivo y por muy sublime que la admiración pueda parecer, a lo único que tiende es a la generación de un individuo...

…toda naturaleza amorosa está enraizada sólo en el impulso sexual, es de hecho tan solo más determinada y especializada y, por supuesto, en sentido estricto, impulso sexual individualizado, no importa lo etéreamente que se muestre a sí misma”

martes, enero 08, 2008

para escribir

una vez leí que alguien decía que el amor es una máquina de guerra contra el mundo. es de esas frases que se me quedan rebotando en las paredes del cráneo, como moviendo los caramelos y estableciendo asociaciones con otras. por ejemplo (soy malo para recordar nombres), creo que era Husserl el que decía que sin expectativa no hay experiencia, lo que me parece que tiene relación con lo que Benjamin dice que les pasaba a los que volvían de la primera guerra mundial, que se quedaban callados, perdían la experiencia. esas son lecturas que tengo pendientes, por falta de tiempo. hablando de tiempo, otra que me da vueltas: “el que carece de todo, carece también de tiempo”… podría extenderse hasta el infinito, no?, como una telaraña.. lo suficientemente sólida
pero bueno, volviendo a la primera frase. Sócrates pensaba que si las personas actuaban mal, era sencillamente por ignorancia. Celine dice, en una novela autobiográfica donde el personaje vuelve de la primera guerra:
“si la gente es tan mala, es quizá solamente porque sufre, pero es muy largo el tiempo que media entre el momento en que ha dejado de sufrir y aquel en que se vuelve un poco mejor”

Pizarnik: “la lengua es el órgano del re-conocimiento”; tendría en mente, entre otras cosas, a la anámnesis? Platón admiraba a Sócrates, a quien consideraba el verdadero filósofo. y de alguna manera explica que no creer en el Bien, o en el amor, lo que motoriza la búsqueda de conocimiento en vistas del buen obrar, nos hace caer en la indolencia. lo pienso como la ilusión de una presencia entre todas las palabras. el que se queda solo se envilece. como el sujeto cartesiano. representado en el horror que Giannuzzi nos enseña ante los objetos que nada le responden: esa mesa, ese papel y ese fuego. bien, ahora, no hay que acometerlo como la búsqueda de la pureza, algo de lo que no es nada sencillo desprenderse. o, en todo caso, estas son las cosas que me dan vueltas por la cabeza: la diferencia de potenciales es lo que genera la circulación de una corriente cualquiera, ésa es la clave de todo movimiento. y a la vez, todo movimiento busca el reposo, que todo se acabe, que la energía se liquide. pensemos en el deseo si se nos canta..

ahora, algunas cosas como estas se salvan de la gran barredora del tiempo. y de vuelta Celine dice: “decididamente, lo más interesante pasa siempre en la sombra. nada se sabe de la verdadera historia de los hombres”
entonces, los esclavos, en la grecia antigua, cambiaban de nombre como de dueño. esto daba que pensar al filósofo, daba para pensar la arbitrariedad del nombre..

en fin, creo que todo lenguaje (hasta el más riguroso) es metafórico, y que por tanto se trata siempre de ficciones que posibilitan pensar la realidad indirectamente. uno tiene que decidir en cuales está dispuesto a creer, de cara a los hechos, la única verdad de este mundo es la muerte. todo esto no servirá para nada más que para escribir?

“Nosotros, a tientas, íbamos en busca de nuestra felicidad, rabiosamente amenazada por el mundo entero. Nos sentíamos abochornados por esas ganas, pero de todos modos había que hacerlo. ¡Es más difícil renunciar al amor que a la vida! Nos pasamos el tiempo, en este mundo, matando o adorando, y al misma vez. «!Te odio! ¡Te adoro! » Nos hacemos fuertes, nos entretenemos, pasamos la vida al bípedo siguiente con frenesí, a cualquier precio, como si fuera formidablemente agradable tener una continuación, como si esto, a fin de cuentas, nos hiciera eternos. Ganas de besarse a pesar de todo, igual que uno se rasca.”

sábado, diciembre 15, 2007

decirme lo mismo cambiando las palabras:
el poema sucede aquí y ahora
el deseo no se deja decir


en esta noche, en este mundo - alejandra pizarnik

en esta noche en este mundo
las palabras del sueño de la infancia de la muerte
nunca es eso lo que uno quiere decir
la lengua natal castra
la lengua es un órgano de conocimiento
del fracaso de todo poema
castrado por su propia lengua
que es el órgano de la re-creación
del re-conocimiento
pero no el de la resurrección
de algo a modo de negación
de mi horizonte de maldoror con su perro
y nada es promesa
entre lo decible
que equivale a mentir
(todo lo que se puede decir es mentira)
el resto es silencio
sólo que el silencio no existe

no
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?

en esta noche en este mundo
extraordinario silencio el de esta noche
lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve
¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible

sombras
recintos viscosos donde se oculta
la piedra de la locura
corredores negros
los he recorrido todos
¡oh quédate un poco más entre nosotros!

mi persona está herida
mi primera persona del singular

escribo como quien con un cuchillo alzado en la oscuridad
escribo como estoy diciendo
la sinceridad absoluta continuaría siendo lo imposible
¡oh quédate un poco más entre nosotros!

los deterioros de las palabras
deshabitando el palacio del lenguaje
el conocimiento entre las piernas
¿qué hiciste del don del sexo?
oh mis muertos
me los comí me atraganté
no puedo más de no poder más

palabras embozadas
todo se desliza
hacia la negra licuefacción

y el perro de maldoror
en esta noche en este mundo
donde todo es posible
salvo
el poema

hablo
sabiendo que no se trata de eso
siempre no se trata de eso
oh ayúdame a escribir el poema más prescindible
el que no sirva ni para
ser inservible
ayúdame a escribir palabras
en esta noche en este mundo



ritmo, sutancia
densidad y resonancia

el deseo y la demanda
en lo que el negro fanta canta




"yo debería haber sido un par de garras afiladas
corriendo por los fondos de mares silencios"


La época nos incita a creer sólo en el genio personal, autosuficiente. Eliot, desde que empezó a escribir, nunca se preocupó por que su voz poética fuera una marca registrada libre de toda influencia. Y ese es un rasgo que delata su modernidad.

¿Cómo componía Eliot? No es necesario leer sus borradores, que ahora también circulan en ediciones de lujo, para percibir que trabajaba uniendo visiones que él iba anotando en diferentes momentos. Los "Preludios" de su primer libro son un compendio de imágenes violentas musicalizadas por una mente enfebrecida. En el caso del poema "La canción de amor de Alfred Prufrock", estas mismas epifanías se anudan en torno a un argumento precario y nunca explícito del todo, lo que permitió que este trabajo gozara de una infinidad de interpretaciones.
Pero este método de composición no sería tan importante si no reflejara en ese momento una relación profunda con su capacidad de crear poesía. Claramente: el poeta que balbucea esos poemas era un hombre atormentado por visiones que apenas podían bajar al papel. Trabajaba en la oscuridad y no se creía dueño de un estilo. Y es en ese viaje hacia los confines del conocimiento -lugar en el cual, como dice bien Schopenhauer, las antorchas de la filosofía ya no sirven ni para alumbrar-, donde la poesía a veces consigue traerse algo nuevo para casa.Aunque ese "algo" no sea la cosa en sí, sino un pequeño atisbo de su naturaleza. Platón condenó a los poetas por estos viajes. Eliot los describe así: "Me conmueven fantasías que se enroscan / en torno de esas imágenes y se adhieren: / la noción de algo infinitamente dulce / infinitamente dolorido".

Fabián Casas, en "Ensayos Bonsai", Emecé, etc..

martes, diciembre 04, 2007

el respaldo ontológico


me recibió con el rostro en un gesto
estemecido ante el misterio de la combinación; admirado
por la estética económica
de las hojas de trabajo
y de lo que se adhiere al trabajo,
la atmósfera se vuelve densa
y en resonancia
vino, viene y pide
el negro fanta
de golpe
dado a la fuga de lo real



o también prestado a atender lo que el núcleo exige
con la pupila en un zoom vertiginoso, él
me dijo,
rapiñaba
con empeño lo que iba pisando
batía palmas y yo pedía
ritmo
y sustancia
para así el negro fanta
canta
dos gardenias
-o las llora gentilmente-
para ti una lectura
para dejarte poder una lectura para poder arte
más en confianza, una dulce proposición
del unánime bondi:
integrate piola que si no flashean
quedate un poco más
subite y agarrate
de donde podás


es entonces que lo miro y hace falsear
al lenguaje cuando a fin
se las pira montado a un impulso
indeterminado..


cada vez que dice yo,
afina la escepsis, busca
la raíz
ahí parece que se va, se enrosca
en espiral ascendente progresiva se entrega
ahora a un solo que lo recibe
a la salida de la tensión, envolviéndose…

aún quedándose, adormecido
en la tibieza
persigue

manejando penosamente sus representaciones
y nuevamente apenas cree
que vislumbra el umbral

viernes, noviembre 02, 2007

querida prudencia

no lo que dice
el viento es breve
y vos sos parte de todo
es ése el sentido de la vida

mira a tu
alrededor. no querés
abrir los ojos?

martes, octubre 02, 2007

mantra

lily la tapa y la destapa tres veces
decirme lo mismo cambiando las palabras
lo mismo sólo quiere servirme
escuchame, me sirve, y la tapa
te servistes? la destapa me repite
las palabras..

sábado, agosto 25, 2007

fragmentos que resisten a la disolución

en el mito, en el retorno, en la paradoja, en lo ambiguo: conjugando ostranenie; (yo) extraño... mi jardín primitivo

Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.


y en este invierno, con una realidad que siempre está en su lugar, y el estupor

¿Qué haremos con esta escena accidental
-hojas reunidas por el viento del sur hacia la puerta-
sino aislarla como un conocimiento ilusorio?



- El poema depende de nosotros: el poema, segregado de nosotros, mira para que pueda existir por el que lo mira.

- Para que pueda existir, y para que se cumpla el paso siguiente al del distanciamiento y al del arte de la poesía como proceso de objetivación. ¿Con vistas a qué? A transformar la realidad en conocimiento. ¿En conocimiento de qué? De esa misma realidad. Como siempre, lo paradojal. Por el proceso de objetivación, conocer esa realidad, que a su vez no existe si no se la va creando.

jueves, agosto 09, 2007

el recorrido del significante II

“Escríbelo como si finalmente nada
hubiera por decir”



el otro día soñé esto. estaba con martín y mi perro nano había muerto. estábamos en el cementerio, frente a una de esas fosas que hay en el piso, cerca de los paredones, que tienen una tapa de cemento y es donde tiran todos los huesos y demás restos de las tumbas que remueven. me llama mientras corre la tapa. acá está nano, lo embalsamamos. avanzo, pero sin querer asomarme. es un pozo muy oscuro, pero a medida que la tapa se mueve, la luz penetra y se ve que lo que hay abajo es en realidad una galería como de mármol rojizo o marrón, muy amplia. veo que hay un corredor que se extiende en la oscuridad, pero lo miro a nano. está temblando y ya lo embalsamaron. tiene esa mirada de terror, sólo le queda morir.

***

volví al Anses. ayer no era el que me correspondía por código postal. hoy tenía que ir más temprano, y con otros papeles...
me dan ganas de laburar en el barrio. cuando volvía al mediodía, la gente había parado y estaba almorzando. en las parrillas y demás cantinitas que hay. ahora quisiera laburar un tiempo en el barrio y ser invisible.
algo que siempre me rompió las pelotas es no poder mirar de recto el sol. me acuerdo que cuando era chico quería divisarlo. me quedaba un rato intentando, y después me quedaba envenenado, encandilado y un poco mareado…

***

y dice que esta señora, como le cuesta caminar, pide la comida y que se la alcance el chico. entonces ella sale y lo espera en la puerta hasta que venga. esas actitudes me parecen espectaculares. contaba la señora que tiene una amiga que vive enfrente. y que para no coman las dos solas, la invita a comer con ella. y a la otra señora le da vergüenza porque le faltan los dientes. no, no tengo dientes le dice la vieja, y ella lo cuenta imitándole el tono como ruborizado. dale, venite igual, qué importa que no tengas dientes. vení a comer conmigo.

***

cuando iba a buscar el recibo con la liquidación final del sueldo me bajé en uruguay porque eran eso de la una, justo la hora del almuerzo, y no iba a encontrar a nadie. entonces aproveché para comprarme algún libro, y así de paso iba haciendo el camino tranca hasta alem. después de cruzar el obelisco me sentí inevitablemente adsorbido hacia el interior de las cuartetas. comí una de muzzarella con una faina encima y me sentía bien. lo único que me pone de mal humor es que ahí van algunos viejos que se te colan tanto en la fila de las porciones como en la otra para la bebida. de igual manera, enlacé mi percepción y toqué de costado hacia la inspección de los comensales. siempre que como ahí me gusta ubicarme en los mostradores. comer de parado otorga mayor dominio de la escena. hoy había una mujer de unos cuarenta años con un delantal muy sencillo que hacía pensar que se trataba de una paramédica. o de las que van en ambulancias, no se bien como se llaman. esta mujer tenía en su plato tres porciones de muzzarella, lo cual teniendo en cuenta la altura de esas porciones es, digamos, comer bien. estaba en una de esas mesitas individuales y tenía un servilletero para ella sola. me resultó curioso porque el servilletero ocupaba la mitad de la mesita y ella no estaba tomando nada. bah, yo utilizo la servilleta solo cuando voy a tomar un trago entre la comida…

***

bueno, esta señora que hace acqua-gym conmigo, que vive en la misma cuadra del gym, me contaba de esa mujer que vive en la esquina y tiene tantos gatos.

si..

viste que esa casa tiene tantas plantas ahí afuera y a la señora la veías siempre barriendo la vereda..
si, me contaste. que la encontraron muerta después de tres días..

ah, la conocés?

no, me contaste vos el otro día. que cómo podía ser que ningún familiar la llamara..

claro, es esa mujer que tiene la casa en esa esquina, con tantos gatos..

eso es como abandono de persona. porque cómo puede ser que nadie estaba pendiente de ella si era una persona mayor?

no, no te creas que era tan grande. eso fue un ataque… de todas maneras, no?... creo que tiene a la hija bueno, lo que veía hoy es que ya sacaron todas las plantas, limpiaron.. en seguida sacaron todas la plantas.. y pusieron un cartel, que no le dejen comida a los gatos. pusieron un cartel que decía que no le den comida a los gatos porque los gatos tienen comida adentro. y los gatos no están afuera. eso es maldad, no?

por qué no querrán que los gatos coman?

no, los gatos están adentro.

no deben querer que la gente ensucie la vereda..

no, la gente deja comida si los gatos están afuera, si no no dejan comida. y los gatos están adentro.

***

vos almorzaste?
si, comí
qué comiste?
una porción de pizza con faina, ahí, en las cuartetas
cual es las cuartetas?


***


bueno, ella me contaba. no puede caminar, igual que yo viste, pero es más grande que yo. ella sale con su bastón y yo a veces me la encuentro. sabés que sale a caminar, va a todos lados, y entonces yo a veces me la encuentro por ahí sentada. cómo anda, está tomando solcito? no, estoy yendo a lo de mi hijo. se ve que se para a descansar, qué me decís la vieja?..
en donde se sienta?
ahí mismo, en la calle, donde haya algún lugarcito para sentarse. me dice a vos te parece que yo no pueda caminar y tenga que ir a cuidar a mi nietos?... y no vaya. por qué va? nooo, porque quiero, por eso voy..


***


comía ahí cuando trabajaba en un estudio contable que estaba en bartolomé mitre y cangallo. cuando estaba embarazada de vos iba a comer ahí todos los días. cuando salía del trabajo tenía que pasar por esa cuadra y no podía seguir de largo. me pedía una de muzzarella y le ponía una faina encima. comía ahí en los mostradores, paradita nomás, y después seguía. ay, no sabés, no podía seguir de largo.. tenía que entrar.. lo tipos pensaban que iba por el pizzero. ay, que risa, me veían llegar y empezaban a comentar. parece que pensaban que iba por el pizzero. y yo quería-comer-pizza. hasta que me creció la panza y ahí ya no dijeron más nada. que rica pizza es esa, no?

martes, agosto 07, 2007

el recorrido del significante I


“en un mundo
en que los placeres son de juguetería, los dolores
no pueden ser de herrería”


de entrada, decir que no lo toma por sorpresa. a las 4 y media, Guillermo, el jefe de su sector y quien es el eslabón entre su jefe directo (la persona con la que administra sus tareas) y el gerente de RRHH (un psicópata del que ya se darán más detalles), lo llama para "conversar 2 cositas". entonces entran a una salita de reuniones y Recaudo ya casi sabe, por lo extraordinario del hecho, lo que va a decirle Guillermo y es por eso que se concentra en el impacto, en advertir algún posible derrumbe interior y en la estrategia discursiva del verdugo.
Guillermo opta por hacer jugar de titular a la palabra "prescindir" y luego pasar al desarrollo de los 2 o 3 argumentos de los que va a hacer uso desde una entonación que busca evidenciar una cierta congoja. congoja que no se deja adivinar si es nacida por la expulsión de la propia individualidad de nuestro amigo, o por la situación de despido en sí, por el hecho de tener que decirle a una persona que se queda sin trabajo. en cuanto se escucha algo así como "prescindir de tu colaboración" , Recaudo se enfoca en la demolición que no llega. es como si no acusara recibo, y mientras Guillermo se explaya minimamente, Recaudo conserva su cara de póker.


lo que le retribuía su trabajo, a esta altura, era una estabilidad, una seguridad sostenida por la solidez de la empresa, y un estancamiento. un estancamiento tanto existencial como laboral. lo esencial era cumplir con el horario, con el adecuado afeite y con los protocolos de sumisión. “el empleador” no requería más que esto. salvo en tiempos de conflicto. por lo tanto, cumplir con el trabajo era un fin perseguido con la sola pretensión de eludir eventuales responsabilidades. por la misma razón es que las herramientas a disposición se reducían a la paranoia, la desconfianza al compañero y la búsqueda de su avasallamiento. así, los asuntos laborales son enfrentados con una doble actitud constante, de defensa y de ataque, en tensión sobre los límites de procurar no ser abusado o la ambición de ser el abusador. cuando la responsabilidad de resolución de un asunto laboral recae en manos de otro, siempre se va en busca de forzar cualquier nimiedad que denote subyugación y eleve por sobre los demás: un detalle de sadismo que sea indicador de una supremacía jerárquica imaginaria.
a esto se podría sumar la construcción de lazos de hipocresía típicos, fundados sobre comunes apreciaciones estéticas superficiales, tópicos de conversación elementales, por la adhesión a normas de sociabilidad obsoletas y caretas, por la sublimación de flujos líbidinosos reprimidos, por la posibilidad abierta a la hemorragia de resentimientos en cuchicheos monologados.
algo notable y que a Recaudo le causaba cierto escalofrío cada vez que le sucedía: algunas personas lo saludaban 7 veces en el mismo día, cada vez como si no lo hubieran hecho ya, utilizando la misma frase, con la misma sonrisa plástica o la misma mirada instalada en la nada, y sin esperar respuesta alguna.

en este caso el principal ojo controlador recae sobre una persona, el gerente de RRHH, que si bien cuenta con una cantidad de reproductores mucho más endebles (pero no por eso menos serviles) a lo largo del piso de oficinas, es igualmente el que monopoliza el falo. este creativo del gerenciamiento cuenta con un compendio catalogado de lugares comunes con los cuales atacar a cada caso particular de empleado que se cruza por el pasillo, en el ascensor, en los mingitorios, haciendo uso del racismo, del machismo, de la palabra despótica siempre con la sorna a flor de piel de la soberbia que le enrojece la jeta, como si toda la sangre de su cuerpo trabajara dentro de su cráneo para moldear balas que sean disparadas certeras al orgullo del trabajador. sus mejores performances eran los rituales donde desplegaba su ironía soez ante espectadores que asistían forzándose a creer que el hostigamiento al chivo espiatorio era una demostración de simpatía por parte del jefe, de confraternalidad, y donde hasta el chivo quería pensar que no se trataba más que de un chiste, si hay complicidad!, el tipo me sonrie, apoya su mano en mi hombro!!
las miserías que se le atribuían bajo la forma de rumores sirven para seguir construyendo un personaje sobre la misma línea. el último suceso que Recaudo había tenido con él, había culminado con amenaza de despido. el motivo, con algunos insignificantes matices extras, se reduce al hecho de no llegar al trabajo con la corbata puesta.


ahora bien, los argumentos a los cuales finalmente apeló Guillermo, el jefe de sector, sin bien vacilante en su exposición, se resumen a:
- diferencias que no supimos, tanto vos como yo, subsanar
- venimos observando una evidente falta de estímulo, mas allá de que tus intereses, bueno, apuntan en otra dirección…

nada más. entonces la resultante es que buscó volcar la razón del despido en una supuesta “evidente desidia” en el desempeño del empleado. lo cierto es que la cantidad de empleados en ese lugar se justifican unicamente por los compromisos adquiridos ante el Estado. nadie trabaja más que nadie, y nadie trabaja mucho. y si acaso existe algún caso extraordinario, se trata de alguien que no es recompensado por ello. más aún, que es pisoteado y abusado por ello.
por otro lado, la filosofía de Guillermo se centra en la absorción del ruido. toda manifestación de disconformidad que desciende sobre él, la asume como una interferencia que debe ser silenciada, reprimida sin análisis o, en todo caso, con análisis resignado de sus caprichosas causalidades. un procedimiento que maneja muy bien y que siempre causa mucha diversión entre los empleados del sector, es el agotamiento previo de los reclamos: un maestro de la analogía (intentar que Recaudo cambie de actitud, es como hacerle la paja a un muerto), artesano de la retórica de la declamación, ante un suceso que requiere (obviamente, por parte de sus empleados a cargo) de soluciones que no revisten ninguna lógica, se aproxima, acapara el centro de la escena desplegando su arsenal de desopilantes comparaciones que no pueden ser más que la prueba indiscutible de su apasionado desacuerdo; y una vez que culmina su acto vuelve
a enfundarse en su oficina.
un detalle para destacar. algo que Guillermo trajo a flote en su discurso de despido, nuevamente de manera nebulosa: toda esta semana lo tenía "como un nudo en el estómago", y por eso "hoy vine a la hora que vine, viste?". bueno, ahora se deshacía de su nudo, pero lo cierto es que Recaudo no había observado en ningún momento esos rasgos de desgarramiento en su semblante. quizás estaba demasiado concentrado en algunas angustias recurrentes, demasiado entregado a la desidia…


hacía muy pocos días, el muchacho habia borroneado un
conjunto de palabritas, y otro más que, a razón de las circunstancias, cobran para él significados no contemplados a la hora de teclear:

otoño
en medio de esta plaza y yo
no soy
en camisa quien soporta el frío
aquí, es el frío de Alem

allá, Lavalle enguye el sol
la grieta:
las cosas se toman de la mano

en el recinto del sector, guillermo habita una oficina y el resto está distribuidos en escritorios comunes. después de que Recaudo saulda y se retira, guillermo sale y asume el despido ante todos. esto fue decisión mía, dice.

jueves, julio 26, 2007

los cuerpos pulsiolares

me crié adentro de un rancho
entre humo, cumbia y borrachos


Fue avanzada la década del noventa cuando la historia de los Fuentes y los Miranda comenzó a complicarse. Hasta ese momento sostenían la casa con el sueldo de Matilde como operaria y el de Miranda que era vigilador privado y carnicero. La fábrica cerró y Miranda pronto también perdió los dos empleos. Fue la imaginación de una vecina la que les dio una alternativa. Se le ocurrió que podían comprar rejillas, trapos para lavar a bajo costo, para revenderlos como ambulantes en las barreras de los trenes, desde Congreso hasta Sucre, en el barrio de Belgrano. Era otra época, vendían casi todo lo que llevaban hasta la Capital. Y como volvían con las manos vacías se entusiasmaban en revisar lo que los nuevos ricos y las clases medias beneficiadas por el primer impulso del menemismo tiraban a la basura. Eran épocas de recambio de muebles, de accesorios del hogar, de electrodomésticos. Ellos hurgaban en esas sobras. “Volvíamos cirujeando, al comienzo como una diversión, para aprovechar, y después ya para vivir de eso.” Matilde y sus hijos fueron de los primeros que en la villa San Francisco, cuando la calle Sarratea todavía no era calle y los ranchos se desparramaban por el campito que da ahora a un depósito, tuvieron caballos y carros para salir a cirujear. Al frente, mirando hacia lo que queda de la villa después de la urbanización, Matilde tenía el rancho con dos piezas. Sobre los fondos había una caballeriza que más tarde se transformaría en la entrada secreta para los pibes al escapar de los tiros de la policía.
Matilde y sus hijos estuvieron en las primeras filas excluidas, desempleadas, puestas en crisis por el menemismo, cuando la devastación para las clases medias y hasta para las medias bajas se veía como un imposible tras la fortaleza imbatible del uno a uno. Cuando empezó el trabajo de ciruja dejaba como para comer, pero nunca, cuenta Matilde, para esos gustos que sus chicos veían en Belgrano darse a los hijos de las clases “pudientes”. Javier, Manuel y Simón fueron dejando la escuela a su turno cada uno. Nunca habían sido los más tranquilos. En la escuela los chicos mostraron sus personalidades. Manuel siempre más callado, a un costado, sin usurpar el protagónico que quedaba, en principio, para el mayor. Javier, el más grande, cuando regresó de Olavarría se convirtió en un referente de las travesuras escolares. Eran muy parecidos, más parecidos que hoy, y las maestras se confundían al cul0parlos por los pequeños hechos de sus tardes escolares. Era común, recuerda Matilde, que los chicos fueran juntos a la dirección, y que volvieran a casa con la oreja roja de los tirones. Sentados ante las autoridades eran obligados a confesar, como si fueran mellizos, cual de ellos había sido el de lío a sancionar. Nunca consiguieron que se traicionaran, pero podría decirse con seguridad que esa instancia de sanciones fue la que después vieron repetirse a lo largo de la adolescencia, bajo la forma de la justicia de menores que tanto tiempo los mandó a encerrar. Pero eso fue apenas un poco más tarde, cuando Javier, Manuel y Simón ingresaron casi sin preámbulos al asalto a mano armada que les daría dinero como para vivir ellos también, a su manera, la fiesta que los sectores más acomodados vivían a pleno con el gobierno de la corrupción, el tráfico y el robo a gran escala.

no me pidan que deje de robar
si los que roban tienen la libertad:
son la mayoría de políticos y policías


A la semana de haber conocido a Simón teníamos una cita para volver a vernos y sentarnos a hablar con tiempo. Faltaba un día para el encuentro. Era temprano. Me desperté con el sonido del teléfono. Dejé que atendiera el contestador automático. Entre sueños escuché la voz de Sabina Sotello: “Habla Sabina para dejarte el mensaje, de que… lamentablemente el hijo de Matilde tuvo un accidente, está muy mal, está en un coma profundo, en terapia. Y bueno, están tratando de que Simón pueda venir del instituto a ver al hermano, así que lo vas a encontrar muy jorobado. Llamame más tarde, un beso”:
Pensé en Manuel, en libertad desde marzo. Temí que lo hubieran herido en un tiroteo, que hubiera roto la promesa de no regresar al delito. Más tarde me explicaron lo que había pasado: Daniel, el cuarto hijo de Matilde, de catorce años, volvía en el tren blanco asignado a los cartoneros para viajar desde la capital a la zona norte, cuando se asomó por una de las ventanas sin vidrios del vagón para ver si la próxima era la estación donde debían bajar. Fue un segundo: le estalló la cabeza contra una viga de hierro (…)

Luisito, mi amigo, no te puedo olvidar
Dime por qué, mi dios, te llevaste a Luisito


"¿Cómo está el nene señora?”, le preguntó el Pierna. “Siempre igual”, contestó Matilde y les contó sobre los abogados de la empresa de trenes que los visitaron en la sala de espera del hospital y de los otros que después aparecieron ofreciendo sus servicios especializados en accidentología y juicios civiles de resarcimiento. “SI los de la empresa le viene a ofrecer dos mil, diez mil dólares, usted no acepte porque ellos van a tener que pagar mucho más”, le dijeron dos mujeres que le dejaron un volante a todo color promocionando su labor. “No le pegué porque estábamos en el hospital, pero les dije que si creían que ser cartonera era ser analfabeto o ignorante se habían equivocado. Porque yo sé muy bien lo que vale la vida de mi hijo y si hacemos algo en la justicia es para que haya justicia para todos, para que no vuelva a pasar otro más.”
Matilde no encegueció ante la agonía de su hijo. Como si un aprendizaje de años la guiara desde el día del accidente planteó como eje central de lo que había ocurrido la certeza de que sólo fue posible porque el tren blanco estaba hecho para los privados de todo derecho. El vagón en el que viajan pagando sin excepción cada uno su boleto es un desperdicio de los viejos trenes al que se le quitaron los asientos para convertirlo en un depósito de los indeseables que de otra manera molestarían con sus carros a cuesta a los pasajeros. Sin vidrios en las ventanas, sin luz, los vagones funcionan, al decir de los maquinistas, fuera de toda legalidad. “No deberían estar sobre las vías”, asumen. El tren en el que iba Daniel no frenó a pesar de los gritos de los cartoneros porque ni siquiera tiene freno de mano. Daniel chocó contra una estructura metálica que rodea la estación diseñada para que nadie pueda colar el cuerpo en el andén sin pagar el boleto.

“ningún cuadro se pinta para que dure y acompañe
sino para venderlo y vender pronto
con usura, pecado abominable


En Cuando me muera quiero que me toquen cumbia – Vidas de pibes chorros. Cristian Alarcón, Buenos Aires, 2003, Grupo Editorial Norma; y fragmentos de “La cumbia del sonidero”, “Ladrón de lo sacaste” y "Luisito", de Flor de Piedra.-

lunes, julio 23, 2007

yuyariway urpi waqaspa
ripusaj wayrawan p'unchayta

ripusaj waqaspa munakusqaytayta
yuyaspa, yuyaspa...



bailecito:
no dejes que yo me muera
con la soledad en mi alma!


reflexión veloz sobre una curiosa reacción del lenguaje ante un intento de organizarlo: acá,la primera palabra del diccionario

jueves, julio 12, 2007

una cosa

ya que todo es lenguaje
no deberías manejar tu miedo?

miércoles, julio 11, 2007

un tallo de hierba en la mano de Juanele..

Un palacio de cristal
rodeado de sombras
azotado por las olas de las sombras.

¿Era esto la vida?

¿Pero es la muerte la sombra invasora?
Venimos de la vida, de la gran vida,

y hacia la vida, la gran vida, vamos,
a través de una forma efímera
hermana de la piedra y del arco-iris, sí, Marie Colmont.
Es el retorno, entonces, la muerte,
amiga de la voz segura y luminosa
que nos muestra los hilos infinitos, todavía trémulos,
que nos ligan a todas las criaturas del universo, en espera.

Sí, desde el abrazo humano, como tú dices,
nos elevaremos a la gran hermandad.
Desde la casa segura y limpia de la tierra,
desde la casa hermosa y noble,
en medio de las triunfantes aventuras,
por entre las fuerzas misteriosas que ceden,
la criatura humana entablará las más puras relaciones
con todas las cosas que tiemblan en su halo sensible
esperando nuestras miradas amorosas y nuestras caricias inteligentes.

Y con los animales, sí, con todos,
vidas todavía tan misteriosas y turbadoras.
¡Con todo!
Hay tantas cosas, tantas vidas,
que nos miran y nos esperan!
Tantas vidas que se consumen de espera!
Vidas las más increibles, sí: una agua azulada,
una nube, un tallo de hierba, un árbol en la tarde,
el color de una tarde; más, si quereís,
una tarde sin color que sólo algunas flores señalan.

Tantas vidas: los animales y las cosas.

Pero desde el abrazo humano sí,
se organizará la ronda cósmica con cantos
o con miradas atentas.
La muerte no existirá con su fisonomía egoista
en que el hombre, ciertos hombres, han esculpido los rasgos de su miedo,
o de sus "valores" ah, tan dependientes de muy "pequeñas" cosas.
La muerte, la gran sombra, la zona oscura de las fuerzas bullentes,
de donde surgió nuestra "forma", el equilibrio, ¿el equilibrio?
de nuestro momento tendido,
ah, secretamente tendido,
hacia todas las llamadas anhelantes de la creación.

viernes, junio 22, 2007

dice Macedonio:

Creía Yo

No a todo alcanza Amor, pues que no puede
romper el gajo con que Muerte toca.
Mas poco Muerte puede
si en corazón de Amor su miedo muere.
Mas poco Muerte puede, pues no puede
entrar su miedo en pecho donde Amor.
Que Muerte rige a Vida; Amor a Muerte.

jueves, junio 14, 2007

nuevas tardes negras

los elementos en latencia
en la vida cotidiana:

sísifo muerde y cabecea
por romperse el cráneo y dejar un signo
sustraible a los reflujos venideros

con una garganta que no se abrió
más que para un solo grito
rápidamente ocupado por el polvo

domingo, junio 03, 2007

ahora

dilatando y contrayendo
la pupila como un zoom vertiginoso
voy exacerbando la forma

¿eh, cabeza de gato
de cara al
cinocéfalo de cara a las cosas
en la mente abismada al sueño
donde otra vida se plantea el mismo debate
y se corta, de vuelta al día, como un zoom vertiginoso?

ahora,
un nuevo quiebre:
de pronto,
rapiñado de la tradición de los colores,
el ofrecimiento del amor
puro empírico, de cara a los hechos
se dijera?

-obviamente, manipulando frenos
imágenes propias, de todos..
para fabricar las herramientas que la época requiera
exigiéndolas, a no ser como un phármaco imperioso:
la correspondencia de la voracidad de todo-

sábado, abril 28, 2007

de un extremo a otro: la variación de tu ferocidad..

CUANDO EL MUNDO ES PUESTO EN DUDA - J.O.G.

Entre verso y verso se instala una pausa
donde el mundo es puesto en duda: entonces
pongo mi amarga cabeza a circular por el jardín.
Busco un rumor terrenal
a un costado de la escritura consciente.
Palpo un higo maduro, una dalia inclinada
por el peso del agua
hacia este oscuro planeta. No residen aquí,
en estos suaves, acuerdos, las negaciones
de la existencia, su sonido negro. Al pie del muro
un susurro de violetas, la humedad feliz
de la vida individual. Del otro lado
los días de la muchedumbre que alza los puños
poseída por un conocimiento decisivo. Estas cosas
han optado por sí mismas. Toman la tierra
por asalto, la fecundan con un sentido
que me estoy debiendo. Ahora suena un disparo:?
¿debo elegir? ¿Mentir en la oscuridad de mi habitación?
¿Cómo ser exacto? La época apresura su pánico
dentro de mi cabeza, allí
donde un aullido oscila oscuramente
de un extremo a otro de lo desconocido.

viernes, abril 13, 2007

nuevo reflujo para el golpe

(un sunset in the salinas grandes)

contrayendo y dilatando la pupila como si fuera un zoom vertiginoso
las cosas en la vida no tienen remedio
eh, cabeza de oso, viejo
pugilista, quisieras especular
te
deseabas oracular

precisamente, combinando figuraciones,
arabescos,
arboledas innatas, redigeridas
adivinanza del decurso desde el recurso
procedimental, en una epoca ya desvanecida en sí
y para volverse en sí?
revisando, revisionando, como pura manera de estar y verse
como si se solicitara amparo
ahogar un fervor latido de realizar


asistiendo a dar batalla, eh falopero, ingresándote
en la tradición de todos los rapiñadores
con el deseo inflamado, veamos,
como un zoom vertiginoso..
retransformándose hasta el infinito fuera de uno,
adherido a los días que lo atraviesan
en seco, como la certera pica
del velocípeda


o quizás un poco más hacia acá
que ya es decir todo hasta aquí
esto no va a funcionar y sin embargo
no hace más que seguir




o quizás ya decir veamos
o quizás..

miércoles, abril 04, 2007

vencedores

vas a vivir equivocado,
con convicción, empecinadamente
o vas a vivir
equivocado,
otorgándole un marco a la duda, a la tibieza
de tus vacilaciones

desde la única certeza
de la variación de tu ferocidad
sobre la onda del tiempo

?

miércoles, marzo 28, 2007

tardes negras

viernes, marzo 16, 2007

nota al pie: "después de las tres de la mañana somos todos griegos.."

"La máxima diferencia entre la vida erótica del mundo antiguo y la nuestra está, quizá, en que para los antiguos lo importante era el instinto mismo y no, como para nosotros, el objeto. Glorificaban el instinto y creían que ennoblecían al objeto, por deleznable que fuese. En cambio, nosotros despreciamos la actividad sexual en sí y la disculpamos por los méritos del objeto"

Sigmund Freud, Ensayos sobre sexualidad

martes, marzo 13, 2007

poseo un paradigma, una protocombinatoria que no sé manipular: aquí vierto indicios


El esqueleto - Rabindranath Tagore
por Girri

Blanqueando sobre el pasto,
el pasto que una vez le diera fuerzas y blando
descanso,
yace el esqueleto de una bestia.
Los secos huesos, encallecidos por la risa del Tiempo
me gritan:
Tu final, hombre soberbio, es el mismo
que el del ganado que ya no pasta;
porque cuando el vino de tu vida se haya derramado
hasta la última gota,
la copa será arrojada con definitiva indiferencia.
Hueca es tu burla, Muerte, dije, como respuesta;
mi vida no es solamente aquella que paga
por su lecho y alimento, al concluir el día,
con sus huesos en bancarrota, triste despojo.
Mis días mortales jamás podrán contener del todo
cuanto pensé y sentí, gané y di,
escuché y articulé.
¿Acaso fue para detenerse al fin y para siempre
en un confín de huesos amontonados
que mi mente traspuso los límites del Tiempo?
La carne y la sangre no serán nunca la medida
de la verdad que soy yo mismo;
los días y los momentos no pueden desgastarla
a pesar de sus arremetidas;
el polvo, salteador del camino, no se atreve a robarle
todos sus bienes.
Sabe que ha bebido la miel de lo que no tiene forma
en el loto de las formas infinitas.
En el seno del sufrimiento hallé el sendero secreto
del deleite.
En mi ser escuché la voz del eterno silencio.
He visto huellas de luz a través del desierto vacío
de la oscuridad.
Muerte, no acepto de ti que yo sea una gigantesca
burla de Dios:
la aniquilación construida con toda la riqueza del
infinito.

viernes, marzo 09, 2007

ciertas limitaciones

esperar es algo que nunca soporté . como modo de prevención ante eventuales esperas, llego tarde a todos lados desde los 13 años .
pienso que esto se debe a que soy bastante ansioso . incluso, para mí, hablar por teléfono es esperar . entonces, cuando no tengo más opción que atender, no puedo dejar de caminar, frenéticamente, de un sitio a otro dentro del radio que alcanza el rulo del tubo extendido . eso hago, en general, cada vez que espero… en las farmacias, por ejemplo… siempre esperás en las farmacias…

mi vieja me había pedido que la acompañe a consultar su saldo porque desde que se jubiló y cobró su último sueldo, no volvió a sacar plata y quiere que le figure algún movimiento en su cuenta “por las dudas” . te pisás sola: un rato antes, mientras tomaba su café, mi mamá sentenciaba a propósito de una vieja a la cual había estado observando en la cola del pagofácil de farmacity: "en general, la gente mayor es muy desconfiada" . si es por las dudas, por lo menos sacá diez pesos -le dije- ése es un movimiento irrefutable . tenés razón, me respondió convencida .
veníamos de merendar café con tostados, caminando muy reposadamente cuando me respondía esto, y ahora se encontraba ella dentro del cajero del Banco Nación que está en la esquina de Av. San Martín y Nicasio Oroño; yo la esperaba afuera -aclaro por qué doy la dirección: quien conozca la zona sabrá que ésa es una esquina bastante transitada del centro comercial paternalense, con un semáforo, y donde, por ejemplo, muchos autos tienen la única posibilidad en muchas cuadras, de doblar para tomar la Av. Juan B. Justo si acaso estan viniendo del lado de provincia; en suma, es un lugar muy concurrido-. como decía, serían mas o menos las ocho treinta, ya había oscurecido bastante y mi vieja tecleaba los botones de la máquina mientras yo caminaba de un lado a otro, quizás pensando en la muerte del abuelo de mi mejor amigo y en la sensación de terrible sinsentido que me provocó la “ceremonia de inhumación” y el paseo por el cementerio durante el hermoso día de ayer .
dijérase ocupado en las minucias relativas a los devaneos que tienen por tema la muerte . es así que sospecho, por esto último, que mi rostro no sería muy amistoso perdido en un ida y vuelta esquizofrénico en torno a los alegres paseantes crepusculares .
para enriquecer la escena, en eso el semáforo corta y dos autos frenan sobre el costado del cordón, cerca mío . alguno de los dos idiotas toca la bocina . el ruido me descuelga, miro, y entonces veo que se trata de una rubia cuarentona que le hace señas a la otra mina que había frenado delante de ella en un Fiat Uno color rojo . la veo inclinarse sobre el parabrisas para señalar, adelante y abajo, con el índice y con los ojos . está por gritar sacando la cabeza por la ventanilla pero se arrepiente . murmura algo ininteligible .
la mujer del Uno es morocha, de unos treinta y cinco, pelo corto . mira por el retrovisor un tanto extrañada . frunce el seño con un gesto más bien de desconfianza que de enojo, chequea el rojo del semáforo (el semáforo es el mismo para doblar que para seguir) . y entonces vuelve a mirar hacia adelante agarrando el volante ahora con mayor firmeza .
sin frenar mi marcha, repruebo con una mueca de desdén y entonces escucho un nuevo bocinazo . giro la cabeza, pero recién cuando volteo del todo compruebo que la mujer de atrás repite los mismos gestos, aunque ésta vez con más ahínco… ésta vez, la del Uno, apenas mira de reojo el espejo retrovisor, e inmediatamente se le dibuja en la jeta un rictus de notorio fastidio . al fin, la mujer del auto de atrás se recuesta rendida sobre su asiento y hace hombritos .

cuando se pone en verde el semáforo y los dos autos se alejan, veo que la matrícula trasera del Fiat Uno está tapada hasta la mitad por un panfleto de propaganda que parece estar enganchado en el paragolpes . entonces, mi vieja sale y cuando llega a mi lado me dice sonriendo “parece que tenés ganas de caminar, saqué cuatroscientos, te cabe?”.

martes, marzo 06, 2007

impresiones de un domingo pre-quirúrgico

algunos despojamientos
el cementerio te abre el cielo
salmón
turquesa, celeste y perro
desayunen aquí, un domingo a la mañana
un breve pausa
los corazones de la época
todo un palo: el progreso llegó, hace rato

encontraría a la maga del puente?
naranja sobre plomo; asomate que allá se incendia
... y crepita

con un arcoiris en la sien

-se fue la tarde-