El Diletante Guacho Fané

En el seno del sufrimiento hallé el sendero secreto del deleite...

sábado, agosto 25, 2007

fragmentos que resisten a la disolución

en el mito, en el retorno, en la paradoja, en lo ambiguo: conjugando ostranenie; (yo) extraño... mi jardín primitivo

Extraño desacostumbrarme
de la hora en que nací.
Extraño no ejercer más
oficio de recién llegada.


y en este invierno, con una realidad que siempre está en su lugar, y el estupor

¿Qué haremos con esta escena accidental
-hojas reunidas por el viento del sur hacia la puerta-
sino aislarla como un conocimiento ilusorio?



- El poema depende de nosotros: el poema, segregado de nosotros, mira para que pueda existir por el que lo mira.

- Para que pueda existir, y para que se cumpla el paso siguiente al del distanciamiento y al del arte de la poesía como proceso de objetivación. ¿Con vistas a qué? A transformar la realidad en conocimiento. ¿En conocimiento de qué? De esa misma realidad. Como siempre, lo paradojal. Por el proceso de objetivación, conocer esa realidad, que a su vez no existe si no se la va creando.

jueves, agosto 09, 2007

el recorrido del significante II

“Escríbelo como si finalmente nada
hubiera por decir”



el otro día soñé esto. estaba con martín y mi perro nano había muerto. estábamos en el cementerio, frente a una de esas fosas que hay en el piso, cerca de los paredones, que tienen una tapa de cemento y es donde tiran todos los huesos y demás restos de las tumbas que remueven. me llama mientras corre la tapa. acá está nano, lo embalsamamos. avanzo, pero sin querer asomarme. es un pozo muy oscuro, pero a medida que la tapa se mueve, la luz penetra y se ve que lo que hay abajo es en realidad una galería como de mármol rojizo o marrón, muy amplia. veo que hay un corredor que se extiende en la oscuridad, pero lo miro a nano. está temblando y ya lo embalsamaron. tiene esa mirada de terror, sólo le queda morir.

***

volví al Anses. ayer no era el que me correspondía por código postal. hoy tenía que ir más temprano, y con otros papeles...
me dan ganas de laburar en el barrio. cuando volvía al mediodía, la gente había parado y estaba almorzando. en las parrillas y demás cantinitas que hay. ahora quisiera laburar un tiempo en el barrio y ser invisible.
algo que siempre me rompió las pelotas es no poder mirar de recto el sol. me acuerdo que cuando era chico quería divisarlo. me quedaba un rato intentando, y después me quedaba envenenado, encandilado y un poco mareado…

***

y dice que esta señora, como le cuesta caminar, pide la comida y que se la alcance el chico. entonces ella sale y lo espera en la puerta hasta que venga. esas actitudes me parecen espectaculares. contaba la señora que tiene una amiga que vive enfrente. y que para no coman las dos solas, la invita a comer con ella. y a la otra señora le da vergüenza porque le faltan los dientes. no, no tengo dientes le dice la vieja, y ella lo cuenta imitándole el tono como ruborizado. dale, venite igual, qué importa que no tengas dientes. vení a comer conmigo.

***

cuando iba a buscar el recibo con la liquidación final del sueldo me bajé en uruguay porque eran eso de la una, justo la hora del almuerzo, y no iba a encontrar a nadie. entonces aproveché para comprarme algún libro, y así de paso iba haciendo el camino tranca hasta alem. después de cruzar el obelisco me sentí inevitablemente adsorbido hacia el interior de las cuartetas. comí una de muzzarella con una faina encima y me sentía bien. lo único que me pone de mal humor es que ahí van algunos viejos que se te colan tanto en la fila de las porciones como en la otra para la bebida. de igual manera, enlacé mi percepción y toqué de costado hacia la inspección de los comensales. siempre que como ahí me gusta ubicarme en los mostradores. comer de parado otorga mayor dominio de la escena. hoy había una mujer de unos cuarenta años con un delantal muy sencillo que hacía pensar que se trataba de una paramédica. o de las que van en ambulancias, no se bien como se llaman. esta mujer tenía en su plato tres porciones de muzzarella, lo cual teniendo en cuenta la altura de esas porciones es, digamos, comer bien. estaba en una de esas mesitas individuales y tenía un servilletero para ella sola. me resultó curioso porque el servilletero ocupaba la mitad de la mesita y ella no estaba tomando nada. bah, yo utilizo la servilleta solo cuando voy a tomar un trago entre la comida…

***

bueno, esta señora que hace acqua-gym conmigo, que vive en la misma cuadra del gym, me contaba de esa mujer que vive en la esquina y tiene tantos gatos.

si..

viste que esa casa tiene tantas plantas ahí afuera y a la señora la veías siempre barriendo la vereda..
si, me contaste. que la encontraron muerta después de tres días..

ah, la conocés?

no, me contaste vos el otro día. que cómo podía ser que ningún familiar la llamara..

claro, es esa mujer que tiene la casa en esa esquina, con tantos gatos..

eso es como abandono de persona. porque cómo puede ser que nadie estaba pendiente de ella si era una persona mayor?

no, no te creas que era tan grande. eso fue un ataque… de todas maneras, no?... creo que tiene a la hija bueno, lo que veía hoy es que ya sacaron todas las plantas, limpiaron.. en seguida sacaron todas la plantas.. y pusieron un cartel, que no le dejen comida a los gatos. pusieron un cartel que decía que no le den comida a los gatos porque los gatos tienen comida adentro. y los gatos no están afuera. eso es maldad, no?

por qué no querrán que los gatos coman?

no, los gatos están adentro.

no deben querer que la gente ensucie la vereda..

no, la gente deja comida si los gatos están afuera, si no no dejan comida. y los gatos están adentro.

***

vos almorzaste?
si, comí
qué comiste?
una porción de pizza con faina, ahí, en las cuartetas
cual es las cuartetas?


***


bueno, ella me contaba. no puede caminar, igual que yo viste, pero es más grande que yo. ella sale con su bastón y yo a veces me la encuentro. sabés que sale a caminar, va a todos lados, y entonces yo a veces me la encuentro por ahí sentada. cómo anda, está tomando solcito? no, estoy yendo a lo de mi hijo. se ve que se para a descansar, qué me decís la vieja?..
en donde se sienta?
ahí mismo, en la calle, donde haya algún lugarcito para sentarse. me dice a vos te parece que yo no pueda caminar y tenga que ir a cuidar a mi nietos?... y no vaya. por qué va? nooo, porque quiero, por eso voy..


***


comía ahí cuando trabajaba en un estudio contable que estaba en bartolomé mitre y cangallo. cuando estaba embarazada de vos iba a comer ahí todos los días. cuando salía del trabajo tenía que pasar por esa cuadra y no podía seguir de largo. me pedía una de muzzarella y le ponía una faina encima. comía ahí en los mostradores, paradita nomás, y después seguía. ay, no sabés, no podía seguir de largo.. tenía que entrar.. lo tipos pensaban que iba por el pizzero. ay, que risa, me veían llegar y empezaban a comentar. parece que pensaban que iba por el pizzero. y yo quería-comer-pizza. hasta que me creció la panza y ahí ya no dijeron más nada. que rica pizza es esa, no?

martes, agosto 07, 2007

el recorrido del significante I


“en un mundo
en que los placeres son de juguetería, los dolores
no pueden ser de herrería”


de entrada, decir que no lo toma por sorpresa. a las 4 y media, Guillermo, el jefe de su sector y quien es el eslabón entre su jefe directo (la persona con la que administra sus tareas) y el gerente de RRHH (un psicópata del que ya se darán más detalles), lo llama para "conversar 2 cositas". entonces entran a una salita de reuniones y Recaudo ya casi sabe, por lo extraordinario del hecho, lo que va a decirle Guillermo y es por eso que se concentra en el impacto, en advertir algún posible derrumbe interior y en la estrategia discursiva del verdugo.
Guillermo opta por hacer jugar de titular a la palabra "prescindir" y luego pasar al desarrollo de los 2 o 3 argumentos de los que va a hacer uso desde una entonación que busca evidenciar una cierta congoja. congoja que no se deja adivinar si es nacida por la expulsión de la propia individualidad de nuestro amigo, o por la situación de despido en sí, por el hecho de tener que decirle a una persona que se queda sin trabajo. en cuanto se escucha algo así como "prescindir de tu colaboración" , Recaudo se enfoca en la demolición que no llega. es como si no acusara recibo, y mientras Guillermo se explaya minimamente, Recaudo conserva su cara de póker.


lo que le retribuía su trabajo, a esta altura, era una estabilidad, una seguridad sostenida por la solidez de la empresa, y un estancamiento. un estancamiento tanto existencial como laboral. lo esencial era cumplir con el horario, con el adecuado afeite y con los protocolos de sumisión. “el empleador” no requería más que esto. salvo en tiempos de conflicto. por lo tanto, cumplir con el trabajo era un fin perseguido con la sola pretensión de eludir eventuales responsabilidades. por la misma razón es que las herramientas a disposición se reducían a la paranoia, la desconfianza al compañero y la búsqueda de su avasallamiento. así, los asuntos laborales son enfrentados con una doble actitud constante, de defensa y de ataque, en tensión sobre los límites de procurar no ser abusado o la ambición de ser el abusador. cuando la responsabilidad de resolución de un asunto laboral recae en manos de otro, siempre se va en busca de forzar cualquier nimiedad que denote subyugación y eleve por sobre los demás: un detalle de sadismo que sea indicador de una supremacía jerárquica imaginaria.
a esto se podría sumar la construcción de lazos de hipocresía típicos, fundados sobre comunes apreciaciones estéticas superficiales, tópicos de conversación elementales, por la adhesión a normas de sociabilidad obsoletas y caretas, por la sublimación de flujos líbidinosos reprimidos, por la posibilidad abierta a la hemorragia de resentimientos en cuchicheos monologados.
algo notable y que a Recaudo le causaba cierto escalofrío cada vez que le sucedía: algunas personas lo saludaban 7 veces en el mismo día, cada vez como si no lo hubieran hecho ya, utilizando la misma frase, con la misma sonrisa plástica o la misma mirada instalada en la nada, y sin esperar respuesta alguna.

en este caso el principal ojo controlador recae sobre una persona, el gerente de RRHH, que si bien cuenta con una cantidad de reproductores mucho más endebles (pero no por eso menos serviles) a lo largo del piso de oficinas, es igualmente el que monopoliza el falo. este creativo del gerenciamiento cuenta con un compendio catalogado de lugares comunes con los cuales atacar a cada caso particular de empleado que se cruza por el pasillo, en el ascensor, en los mingitorios, haciendo uso del racismo, del machismo, de la palabra despótica siempre con la sorna a flor de piel de la soberbia que le enrojece la jeta, como si toda la sangre de su cuerpo trabajara dentro de su cráneo para moldear balas que sean disparadas certeras al orgullo del trabajador. sus mejores performances eran los rituales donde desplegaba su ironía soez ante espectadores que asistían forzándose a creer que el hostigamiento al chivo espiatorio era una demostración de simpatía por parte del jefe, de confraternalidad, y donde hasta el chivo quería pensar que no se trataba más que de un chiste, si hay complicidad!, el tipo me sonrie, apoya su mano en mi hombro!!
las miserías que se le atribuían bajo la forma de rumores sirven para seguir construyendo un personaje sobre la misma línea. el último suceso que Recaudo había tenido con él, había culminado con amenaza de despido. el motivo, con algunos insignificantes matices extras, se reduce al hecho de no llegar al trabajo con la corbata puesta.


ahora bien, los argumentos a los cuales finalmente apeló Guillermo, el jefe de sector, sin bien vacilante en su exposición, se resumen a:
- diferencias que no supimos, tanto vos como yo, subsanar
- venimos observando una evidente falta de estímulo, mas allá de que tus intereses, bueno, apuntan en otra dirección…

nada más. entonces la resultante es que buscó volcar la razón del despido en una supuesta “evidente desidia” en el desempeño del empleado. lo cierto es que la cantidad de empleados en ese lugar se justifican unicamente por los compromisos adquiridos ante el Estado. nadie trabaja más que nadie, y nadie trabaja mucho. y si acaso existe algún caso extraordinario, se trata de alguien que no es recompensado por ello. más aún, que es pisoteado y abusado por ello.
por otro lado, la filosofía de Guillermo se centra en la absorción del ruido. toda manifestación de disconformidad que desciende sobre él, la asume como una interferencia que debe ser silenciada, reprimida sin análisis o, en todo caso, con análisis resignado de sus caprichosas causalidades. un procedimiento que maneja muy bien y que siempre causa mucha diversión entre los empleados del sector, es el agotamiento previo de los reclamos: un maestro de la analogía (intentar que Recaudo cambie de actitud, es como hacerle la paja a un muerto), artesano de la retórica de la declamación, ante un suceso que requiere (obviamente, por parte de sus empleados a cargo) de soluciones que no revisten ninguna lógica, se aproxima, acapara el centro de la escena desplegando su arsenal de desopilantes comparaciones que no pueden ser más que la prueba indiscutible de su apasionado desacuerdo; y una vez que culmina su acto vuelve
a enfundarse en su oficina.
un detalle para destacar. algo que Guillermo trajo a flote en su discurso de despido, nuevamente de manera nebulosa: toda esta semana lo tenía "como un nudo en el estómago", y por eso "hoy vine a la hora que vine, viste?". bueno, ahora se deshacía de su nudo, pero lo cierto es que Recaudo no había observado en ningún momento esos rasgos de desgarramiento en su semblante. quizás estaba demasiado concentrado en algunas angustias recurrentes, demasiado entregado a la desidia…


hacía muy pocos días, el muchacho habia borroneado un
conjunto de palabritas, y otro más que, a razón de las circunstancias, cobran para él significados no contemplados a la hora de teclear:

otoño
en medio de esta plaza y yo
no soy
en camisa quien soporta el frío
aquí, es el frío de Alem

allá, Lavalle enguye el sol
la grieta:
las cosas se toman de la mano

en el recinto del sector, guillermo habita una oficina y el resto está distribuidos en escritorios comunes. después de que Recaudo saulda y se retira, guillermo sale y asume el despido ante todos. esto fue decisión mía, dice.